Encuentros tras la pandemia
La familia Fargues recupera su comida anual tras dos años || Los 12 primos y sus parejas han vivido con ilusión una tradición que celebran desde el año 1998 en Lleida o la Franja
A ver si un día de estos quedamos y nos vemos.” Esta es una frase en la que todos podemos reconocernos y que, en un momento u otro de nuestra vida, hemos pronunciado al encontrarnos con familiares y amigos a los que hace tiempo que no vemos. Lamentablemente estos buenos deseos suelen quedar en nada y estas pretendidas reuniones son postergadas únicamente a bodas, bautizos y funerales. Este no es el caso de los descendientes de la familia Fargues Forné, que, desde hace 23 años, se encuentran anualmente en algún restaurante de la capital del Segrià o de la Franja de Ponent.
Corría el año 1998 cuando los 12 nietos del matrimonio formado por Jaume Fargues y Ramona Forné, de Benavent de Segrià, organizaron una comida en el domicilio de uno de ellos, en Lleida. El éxito de aquella jornada los espoleó a establecerla como una cita inexcusable en sus agendas. A día de hoy, y a pesar de que ya han desaparecido tres de sus miembros, continúan celebrándola con la misma ilusión.
Los descendientes de los seis vástagos de Jaume y Ramona (Ramona, Jaumet, Magdalena, Bepeta, Maria y Montserrat), instauraron la que ya se ha convertido en tradición ineludible, rota solamente dos veces a causa de la pandemia.
Pero este año, Ramoneta, Jaume, Alegria, la Mariàngels, Jaume, Isabel, Jaume, Joaquim Ramon, Montserrat y Rosa Mari, con sus respectivas parejas, han reemprendido esta entrañable fiesta, de la que hace ya muchos años SEGRE informa puntualmente en la sección de Cercle y cuya publicación sus asistentes esperan ansiosos después de la celebración.
En el transcurso de este casi cuarto de siglo, la familia se ha ido ampliando. Los que eran hijos y padres se han convertido ya en abuelos, pero los nietos de Jaume Fargues y Ramona Forné, cuyas edades oscilan entre los 52 y los 80 años, siguen conservando como un tesoro esta tradición que muy pronto cumplirá sus bodas de plata.
LOS ORÍGENES
Una saga familiar que continúa viva en los nietos
Jaume Fargues y Ramona Forné tuvieron seis hijos. Pese a que el matrimonio vivía en Benavent de Segrià, ninguno de sus vástagos se quedó en esta localidad. Así, Ramona, la mayor, y su esposo, Ramon Godall, fueron a vivir a Lleida. El segundo, Jaumet , fijó su residencia junto a su esposa, Angeleta Terrats, en Alcarràs, donde también recalaron la cuarta hija, Bepeta, junto a su cónyuge, Josep M. Codina, y la más pequeña, Montserrat, casada con Román Fontanals. Por su parte, la tercera de las hijas del matrimonio Fargues Forné, Magdalena, se trasladó con su marido, Josep Escuer, a Alpicat, mientras que Ramon, el penúltimo de los descendientes, recaló en Fraga tras casarse con Maria Chiné. Una saga familiar de las comarcas de Ponent que dio origen a estos encuentros anuales que los hijos de Ramona Fargues, Ramoneta y Jaume; los de Jaumet Fargues, Alegría y Mariàngels; los de Magdalena Fargues, Pere, el único de los primos fallecidos, y Jaume, así como Isabel, única hija de Bepeta Fargues, Jaume, Joaquim y Ramon, hijos de Ramon Fargues, y Montserrat y Rosa Mari, descendientes de Montserrat Fargues, continúan con una tradición que les ayuda a no olvidar sus raíces ni su historia familiar.