Y desde ahora, el nombre es Lleida
Se cumplen 45 años de una histórica asamblea de socios en la cual el equipo dejó de llamarse Unión Deportiva Lérida para ser oficialmente Unió Esportiva Lleida
Anoten la fecha: 12 de julio de 1978. Este año se cumplirán los 45 años de la celebración de una asamblea general de socios en la cual sacó adelante una propuesta del entonces presidente Pepito Esteve, un empresario ambicioso, activo e imaginativo que modernizó de arriba abajo la estructura del club, pidiendo la aprobación de los asistentes del cambio de nombre de la entidad para dejar de ser Unión Deportiva Lérida, como hasta entonces, para pasar a denominarse Unió Esportiva Lleida, aprovechando que, unos días antes, en el Congreso de los Diputados se había dado luz verde a la cooficialidad de idiomas.
Aunque en la calle, de toda la vida, el nombre era Lleida, en la votación de la asamblea no hubo unanimidad. Se impuso el cambio, sí, pero con un exiguo margen de votos: 167 a favor y 154 en contra.
Curiosamente, esta propuesta figuraba en tercer lugar en el orden del día. El primero era la compra de unos terrenos, con el visto bueno de Pablo Porta, entonces presidente de la Federación Catalana. En sus 40 hectáreas, al lado de la carretera de Zaragoza, tenían que construir la Ciudad Deportiva con un campo de fútbol con gradas, una zona para entrenamientos, piscina y pistas de tenis para los socios, local social y restaurante.
Con Joan Planes como vicepresidente y Paco Burgués de secretario, las iniciativas de Pepito Esteve fueron numerosas: trasladar la sede social al Camp d'Esports, construyendo las nuevas oficinas del club; mover los vestuarios del Gol Norte en los bajos de la Tribuna con un nuevo túnel de acceso al campo, inaugurado por el alcalde Ernesto Corbella, poco antes de ceder el cargo a Antoni Siurana, abrir un bingo en el Shopping del paseo de Ronda para recaudar fondos para el club y colocar un escudo de forja, obra del maestro artesano Antonio Guerra, con el nombre actual, y colocarlo en la fachada de la tribuna. La mala noticia es que el ascenso a Segunda no pudo ser.