La última fiesta mayor de Lleida en paz
Lleida vivió de forma masiva las Fiestas de Primavera en mayo de 1936, dos meses antes del golpe de Estado || Un programa con toros, circo, cine, actos populares y verbenas
Lleida se entregó en cuerpo y alma a sus Fiestas de Primavera –todavía no se denominaban Fiestas de Mayo– entre el 9 y el 17 de mayo de 1936, que acabarían siendo las últimas a poder celebrarse en paz, ya que nada más dos meses después empezaría la Guerra Civil, que asolaría el país durante tres años y lo dejaría traumatizado bastantes más con una gris e interminable posguerra marcada por la represión franquista.
La Paeria, presidida por Antoni Vives, que recuperó el cargo después de ser encarcelado por los hechos de octubre de 1934, después del paso por el ayuntamiento de Joan Rovira Roure y Alfred Pereña, ofreció a la ciudadanía un completo programa de actos con abundancia de celebraciones populares, como el desfile de gigantes y cabezudos por la rambla Ferran con el Príncipe Berenguer, Donya Violant, Donya Lionor, Don Jaume i Els Japonesos.
Estar a la última: Comer en el Baviera o comprar los 'becs' de pato en la pastelería Monrabá, dos tradiciones ineludibles
Tampoco faltaron los toros, en la plaza ubicada en Cappont, o las verbenas donde triunfaban los Gentlemen of the Jazz, dirigidos por Salvador Sanou, una orquesta local muy de moda por sus recitales en directo a través de Radio Lleida. Las firetes de la rambla de Aragón estaban a rebosar y los cines Rambla, Viñes y Victoria se miraban por sus programaciones con producciones de Hollywood, mayoritariamente musicales.
Pero quien triunfó de verdad fue el Americain Cirque, al lado del Mercat de Sant Lluís, con los payasos hermanos Díaz, Rita de la Plata, la trapecista, los leones de Martha La Corse y los caballos de El Arca de Noé. Después, pasear por la calle Major, con las mejores galas, comer en el Baviera y comprar los becs de pato en la Dulcería Monrabá, entonces los dos muy de moda en la ciudad.