REPORTAJE CERCLE
Poniendo voz al silencio
El documental ‘El braç de les fúries’, que se rodó con motivo del 70 aniversario del bombardeo de
Lleida, cumple 16 años || Por primera vez los supervivientes pudieron expresarse en público
Diez de los veintinueve testimonios del documental en la presentación de ‘El braç de les fúries’ en CaixaForum.
A las tres y treinta y cinco minutos de la tarde del 2 de noviembre de 1937, nueve bombardeos Savoia-Marchetti S-79 de la Aviazione Italiana, que habían salido media hora de la base aérea de Soria, dejaban caer siete toneladas de bombas sobre una indefensa Lleida que cayeron sobre lo que ahora es su Eix Comercial, dejando, tras su paso, más de doscientas víctimas, entre ellas más de cincuenta alumnos del Liceu Escolar que se encontraban en clase.
El ataque, repercusión mundial.
Con motivo del 70 aniversario de la tragedia, dos periodistas de SEGRE, Jordi Guardiola y José Carlos Miranda, dirigieron El braç de les fúries, inspirado en un poema de Màrius Torres, un documental al frente de un amplio grupo de profesionales (Manel Viladrich, imágenes y sonido; Edgar Capdevila, edición y montaje; Juan Ferrer, asesor cinematográfico; o Jordi Dauder, voz en off), además de diversos historiadores que explicaban lo sucedido recogiendo el testimonio de 26 supervivientes además de aportar imágenes de archivo inéditas.
Momento de la grabación del testimonio de Isabel Torrente.
El documental se estrenó en Lleida TV el 2 de noviembre con un pase previo en septiembre en CaixaForum con la presencia de los protagonistas que, por primera vez, pudieron expresar en público sus vivencias que, hasta entonces, solo habían podido hacerlo en su ámbito familiar. El documental aportó, con pruebas documentales, los responsables del bombardeo: la aviación italiana y no la Legión Condor alemana, la que destrozó meses atrás Gernika, como se creía hasta entonces.
El modelo de avión que bombardeó Lleida en un museo italiano.
También completó la lista de fallecidos en el ataque y contribuyó al posterior monumento las víctimas que se alza en el cementerio de Lleida, localizando un buen número de tumbas, hasta entonces ignoradas. La banda sonora, ejecutada por la orquesta Julià Carbonell, adaptó, en la voz de la coral infantil Frederic Godàs, temas cantados en 1937 por alumnos del Liceu
