Lleida sí pudo ver 'La Torna'
El 25 de noviembre de 1977 se representó en el Principal la obra de Els Joglars
La justicia militar la prohibió el 2 de diciembre por injurias a las Fuerzas Armadas
Una escena de la obra.
El 25 de noviembre de 1977, el Teatro Principal de Lleida alzaba el telón para que los espectadores pudiesen ver La Torna, su último espectáculo que se había estrenado el 7 de ese mismo mes en el teatro Argensola de Barbastro con el inicio de una gira por “provincias”, como se decía entonces, para ajustar la obra antes de su debut en Barcelona, hecho que jamás llegó a producirse porque, el 2 de diciembre, dos días después de su última escenificación en el Teatro Bartrina de Reus, el Capitán General de la IV Región Militar, teniente general Fernando Coloma Gallegos, prohibió la representación y abrió diligencias contra la compañía por injurias a las Fuerzas Armadas.
El cartel de la obra.
La Torna, en catalán, es el redondeo que se añade a una mercancía cuando esta no llega exactamente al peso solicitado. Els Joglars, tras la ejecución el 2 de marzo de 1974, del anarquista Salvador Puig Antich habían centrado la obra en la de un delincuente común, el alemán Georg Michael Welzel (en una primera instancia se informó que se trataba del polaco Heinz Chez) ejecutado ese mismo día en Tarragona. Pese a que los diarios locales de esa época le dieron muy poca cancha, el Principal se llenó, quizá porque el público aún se acordaba del éxito, dos años antes, de Alias Serrallonga escenificada en el pabellón de Antorxa en los Camps Elisis.
Ejecución en el garrote de Chez.
Diario de Lérida solo la comentó el mismo día del estreno, en su sección Espurnelles, firmada por Xexo, anunciándola como “la última obra de los Joglares” (sic). “La Mañana hizo una previa a cargo de su crítico teatral Osvald Campalans, y el martes siguiente, una crítica, sin entrar en el tema político salvo en la frase “la compañía utiliza el esperpento para explicar la realidad”. Ninguno de los dos diarios envió fotógrafo al Principal.
Tarradellas recibiendo en audiencia a Els Joglars.
El caso es que el director de la compañía, Albert Boadella, y cuatro de sus actores –los cuatro que se presentaron ante la autoridad militar, Gabriel Renom, Arnau Villardebò, Andreu Solsona y Myriam de Maeztu– fueron juzgados y condenados. Boadella, tras una audaz fuga del Clínic barcelonés, se exilió en Francia y el resto acabaron indultados por el rey Juan Carlos mientras en toda España, y diversos países europeos, se producían manifestaciones de repulsa y en favor de la libertad de expresión
Manifestación a favor de la libertad de expresión.
