Sesenta años de la Eurocopa
En 1964 España ganó el primer título continental con el mítico gol de Marcelino y en el qué Fusté fue pieza clave || El “noi de Linyola” fue el motor en el triunfo de la selección contra la URSS
Ahora que España se ha convertido en una de las sensaciones de la presente edición de la Eurocopa del 2024 tras pasar a semifinales ante Alemania, no está de más recordar que ahora se cumplen 60 años de que la selección española conquistara su primer título continental. Ocurrió en un lluvioso 21 de junio de 1964, en el Santiago Bernabéu, ante 79.000 espectadores y teniendo como rival de la final a la temible URSS, ganadora de la primera edición del torneo, capitaneada por el legendario portero Lev Jashin, conocido como “la araña negra.” España, con Pepe Villalonga como seleccionador, disputó el partido (todavía no estaban permitidos los cambios) con Iribar, Calleja, Olivella, Rivilla, Fusté, Zoco, Pereda, Amancio, Marcelino, Suárez y Lapetra. Pereda marcó el 1-0. Empataron los soviéticos y, en la recta final del partido, asistió a Marcelino para su remate de cabeza que dio la vuelta al mundo y se convirtió en una imagen icónica del fútbol español.
En ese equipo campeón figuraba Josep Maria Fusté (1941-2023) nacido en Linyola y que se convirtió en el primer jugador leridano en ganar una Eurocopa, y dos años después en el segundo en disputar una fase final de un Mundial, el de Inglaterra de 1966. El primero fue Josep Juncosa (Les Borges, 1922) en el de Brasil 1950. El también leridano, Enric Gensana (1936) pudo ser el primero pero en la edición de 1960, España renunció por orden de Franco a enfrentarse a la URSS para no tener que viajar a Moscú. No obstante, la selección no solamente no fue sancionada por la UEFA sino que se le concedió el organizar la final a cuatro de la segunda edición de la Copa de Europa de selecciones con sede en Madrid y Barcelona. Fusté, que nunca vistió la camiseta del Lleida, jugó en el Barça entre 1962 y 1972 y apadrinó al segundo “noi de Linyola” en el Camp Nou, Bojan Krkic (1990) en su brillante etapa como blaugrana.