Los goles en vivo y en directo

Ahora que acaba de comenzar una nueva temporada futbolística, con marcadores electrónicos de todo tipo y condición, y con aplicaciones en el móvil que permiten seguir de manera simultánea lo que ocurre en otros campos (la verdad es que la coincidencia de horarios es prácticamente imposible!), bueno es recordar que hubo una época en que los horarios de primera, segunda y tercera división estaban unificados, salvo un único partido de la máxima categoría que se ofrecía en directo por televisión en la tarde noche  de los domingos, y que los espectadores que acudían al Camp d'Esports, y en el resto de los campos españoles, estaban al corriente de todo lo que sucedía en ellos.

Pues ese prodigio se debió al Marcador Simultáneo Dardo creado en Argentina por los empresarios publicistas Rufino Fraile y Federico Bonet en 1951, y que un año después llegó a España arrasando. Con una línea telefónica en cada estadio, un operario iba indicando los goles a medida que estos se iban produciendo.

Pero este marcador tenía la peculiaridad de que cada partido tenía su clave (“Radiant”, “Ike”, “Tervilor” “Bodadilla 103”, “Danone” “Ocean”) y un largo etcétera que, por cierto, había colas para conseguir el patrocinio y no eran baratas precisamente). Y la segunda parte del negocio consistía en cómo dar a conocer a los aficionados la clave correspondiente a cada partido.

En un principio, el diario Dicen tuvo la exclusiva, lo que le garantizó un notable éxito de ventas. Luego se apuntaron la práctica totalidad de periódicos nacionales y locales. En Lleida, La Mañana y Diario de Lérida. Hasta finales de los años 80, en que los electrónicos los condenaron al ostracismo, cada espectador tenía las claves de la jornada para no perderse, con otras secundarias para el primer tiempo, descanso, segunda parte, final, penalti a favor o en contra, expulsiones o la más temida: avería telefónica.