Adiós a Ramón Clotet, ariete de raza
Esta semana falleció, a los 71 años, uno de los mejores delanteros que han vestido la camiseta del Lleida || En cuatro temporadas disputó un total de 142 partidos como titular marcando 50 goles
Semana triste para los nostálgicos del Lleida y del viejo Camp d’Esports. A los 71 años falleció Ramón Clotet Alsina (Cardona, 1 de agosto de 1953), uno de los mejores delanteros que jamás se han enfundado la camiseta azul.
Llegó en el verano de 1978 de la mano del también añorado presidente Pepito Esteve, que moriría de un ataque al corazón poco después, coincidiendo con una de sus más aplaudidas iniciativas: cambiar la denominación de “Unión Deportiva Lérida”, normalizándola por lo que ya era de uso común en la calle, “Unió Esportiva Lleida”.
Clotet venía con el aval de haber ascendido con el Terrassa a Segunda en la 74-75. Esa campaña, la 78-79, con Martín Esperanza de entrenador, Clotet la cerró como el máximo goleador del equipo, con 18 dianas, aunque no le sirvió para lograr el ascenso a la Segunda División (acabó decimoprimero en el grupo Sur de la Segunda B), aunque sí para formar una dupla letal con otro mítico jugador azul: Enrique Martín Monreal (Tiebas, 9 marzo de 1956), que llegó como cedido de Osasuna, su club de origen, y que acabaría triunfando en el club navarro, con el legendario tridente rojillo formado por él mismo y por Iriguibel y Echevarría.
Los aficionados del Camp d’Esports recuerdan las crónicas de esa época: centro de Martín, que acabaría siendo internacional con La Roja, y gol de Clotet y centro de Clotet y gol de Martín. Un clásico. La temporada siguiente, la 79-80, con Martín Esperanza de nuevo en el banquillo y Joan Planes como presidente sustituyendo a Pepito Esteve, el Lleida, con Clotet como artillero sí rozó el ascenso. Acabó sexto, a cinco puntos del liderato, con un equipo en el que figuraban nombres ilustres como Palomo, Jaimejuan, Aniano, Marfil, Reig, Ismael, Viladegut, Llorente, Waldo o Isusquiza.
Sus dos últimas temporadas en el Lleida ya no fueron lo mismo. Con Luis Aloy, sustituido a media temporada por Manolo Buján, en el banquillo, el equipo acabó décimo, sin opciones de ascender y en su última presencia en el Camp d’Esports, la 81-82, con Antonio Gausí, como presidente en funciones, el Lleida tuvo problemas para mantener la categoría acabando en la plaza decimocuarta, también en el último año de Manolo Buján en el banquillo, a pesar de tener jugadores de nivel como Julio Pejenaute, también cedido de Osasuna, así como Oliva, Puig Solsona, Ramírez, Alegre o Viladegut