El Supremo expulsa de la Guardia Civil al agente del ‘caso Ausàs’

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha expulsado de la Guardia Civil al brigada Julián García Molina, que fue condenado a cinco años y tres meses de cárcel por formar parte de la red de contrabando del exconseller Jordi Ausàs. La Sala de lo Militar desestima el recurso presentado por el brigada después de que el ministro de Defensa le impusiera “la sanción extraordinaaria de separación del servicio, como autor de una falta muy grave (...) del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil, consistente en ‘cometer un delito doloso condenado por sentencia firme, relacionado con el servicio o que cause grave daño a la administración”.

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ratificó en mayo de 2015 la sentencia de junio de 2014 de la Audiencia Provincial de Lleida contra una red de contrabando formada por ocho personas, entre ellas el exconseller Ausàs (cuatro años de cárcel) y el brigada Julián García Molina (cinco años y tres meses por los delitos de pertenencia a grupo criminal y continuado de contrabando), al que consideraba uno de los cabecillas de la red. También le impuso una multa de 390.000 euros.

El brigada también fue apartado del cuerpo por Defensa y solicitó la suspensión de la sanción ante el propio ministerio y el Supremo, al considerar que se le estaba causando un “perjuicio irreparable y desproporcionado” y porque ha recurrido la sentencia ante el Constitucional. La Sala de lo Militar de Supremo dice que “no ha lugar a la suspensión de la ejecución de la sanción de Separación del Servicio” porque la “actuación disciplinaria derivada de dicha condena es plenamente conforme a derecho”.

Aprovechaba su “impunidad” para transportar el tabaco ilegalLa Audiencia consideró que los ‘jefes’ de la organización eran Ramon Visanzay (responsable de tabacos del centro comercial de Andorra) y el brigada Julián García Molina, que tenía un alto cargo en la aduana de La Farga de Moles. Del guardia civil, en la sentencia se destacaba que “desarrollaba funciones de descarga de tabaco en el box” y señaló que “actuaba con la impunidad que le brindaba saber que difícilmente iba a ser parado o registrado su vehículo por parte de sus compañeros”.