Un grupo inversor americano negocia la compra del pueblo abandonado de Llirt

Llirt podría convertirse en una gran bodega de vino, con plantaciones de viñedos, un centro de convenciones y un pequeño hotel para albergar a los visitantes. Es el proyecto de un grupo americano de inversores que desde hace poco más de cuatro meses está manteniendo negociaciones con los propietarios de este pueblo abandonado del municipio de Les Valls del Valira. De esta forma recuperarían el que fue durante muchas décadas el cultivo principal de estas tierras, a 950 metros de altitud.

El pueblo está en venta desde hace más de un año y a los inversores les ha parecido bien el precio, 749.000 euros, según Joan Nadal, vecino de La Seu y uno de los principales impulsores de la sociedad Poble de Llirt S.L, creada en el año 2000 por vecinos de la capital del Alt Urgell y Barcelona para rehabilitar y repoblar este núcleo. Finalmente, no pudieron hacer realidad su sueño y optaron por ponerlo a la venta. Según Nadal, el grupo de inversores extranjeros está estudiando la normativa urbanística de la zona, que está calificada como urbana. “Ya les hemos entregado toda la información y creemos que vamos por buen camino”, apunta. En los terrenos, con una superficie de unas 44 hectáreas, hay cabida suficiente para el proyecto que plantean, dice. Prevén una actividad agrícola, que sería la bodega, con una plantación de viñedos de entre 15 y 20 hectáreas y dentro del pueblo proyectan construir un centro de convenciones para presentaciones y catas de vino y un pequeño hotel para alojar a los visitantes. Los actuales propietarios consideran el proyecto “muy interesante” porque “la comarca lo que necesita es actividad económica y no más alojamientos para los turistas”. Y es que prevén que la bodega generaría puestos de trabajo para los vecinos de la comarca. Hasta ahora han mantenido ya diferentes reuniones pero los meses de verano las negociaciones quedaron paradas. Pasado este período, esperan poder tener una respuesta definitiva este otoño. Llirt está situado en plena naturaleza, a 8 kilómetros de La Seu. En él habían llegado a vivir hasta 10 familias, pero los últimos vecinos abandonaron el pueblo hace más de 50 años. La única actividad que ha tenido Llirt en estos 50 años es la de una empresa de la comarca que compró algunos terrenos para utilizarlos como viveros de planta.

Plantean recupear la actividad agrícola y los viñedos con una plantación de hasta 20 hectáreas

El pueblo tiene una única masía rehabilitada con una parcela de 0,24 hectáreas.

Varios proyectos de recuperación todavía a medio camino Solanell, en el Alt Urgell, o Conill, en el Urgell, son los nombres de algunos pequeños núcleos deshabitados sobre los que planean proyectos de recuperación. Cérvoles es otro ejemplo de pueblo ya resucitado. En los últimos años han surgido diferentes iniciativas para revivir antiguos núcleos de las comarcas de Lleida, que alberga unos 40 núcleos vacíos y 29 que solo tienen entre uno y dos habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística.