ESNOTICIA
El Pirineo, líder en la recuperación del turismo pese a tener accesos de tercera
Aún así, entre 1991 y 2013 sus comarcas recuperaron 43 núcleos abandonados
Lleida tiene a fecha de hoy poco más de 436.000 habitantes y durante el último verano recibió la visita de 600.000 turistas. Es una cifra que invita a la celebración, ya que supone un 12% más que la registrada el año pasado y sitúa al turismo en números de antes de la crisis. En el Pirineo, el éxito ha sido aún mayor. Buena parte de esos 600.000 turistas se concentraron en las comarcas de montaña, que se han llenado de forma constante de viajeros entre junio y septiembre, y donde residen alrededor de 75.000 leridanos, según datos del Institut per al Desenvolupament i la Promoció de l’Alt Pirineu i Aran (Idapa). El Pirineo de Lleida encabeza varios rankings de turismo en distintos capítulos, entre otros, el de turismo rural. Pero es también líder en malas comunicaciones, especialmente deficitarias en la red secundaria de carreteras, y en deficiencias de acceso a telefonía e internet. El núcleo de Baiasca (Llavorsí), donde residen una quincena de vecinos, tiene el acceso cortado desde el 12 de mayo a causa de un alud de rocas sobre la carretera. Pero no es el único caso; el mismo mes quedó también inutilizado unos días el acceso de Caregue a Escàs (Rialp) por desprendimientos y otras vías como la que lleva a Els Castells (Valls d’Aguilar) o a otros cientos de núcleos de población son claramente deficitarias.
Las comarcas de la veguería del Pirineo y Aran suman 77 municipios con 612 núcleos agregados. Solo 12 de estos municipios tienen más de 1.000 habitantes y concentran el 60% de la población. Pero el otro 40% (30.000 leridanos) vive en zonas apartadas. Un informe del Idapa señala que, mientras que los años 60, 70 y 80 estuvieron marcados por el éxodo de población del Pirineo hacia zonas urbanas e industriales, entre 1991 y 2013 la población aumentó, de 59.382 habitantes a 74.882 y se pasó de 77 núcleos deshabitados a solo 34.
Catalunya, Andorra y Francia trabajan en la creación el Parc Pirinenc de les Tres Nacions
La despoblación se frenó en los 90 y de 77 núcleos deshabitados en el Pirineo se pasó a solo 34 en 2013
Además, en los últimos años han surgido nuevas iniciativas para resucitar los antiguos pueblos abandonados (léase Solanell o Llirt). Pero para que eso ocurra se requiere, en pleno siglo XXI, de buenas comunicaciones y acceso a internet.
La economía del Pirineo ha cambiado radicalmente en las últimas décadas y el sector primario ha cedido su preeminencia de hace un siglo al terciario, especialmente dominado por el turismo y, durante años, la construcción. Pero la crisis también ha hecho mella en este aspecto.
En el año 2008, el sector terciario ya tenía un peso en la población del Pirineo equivalente al 68% de los afiliados a la Seguridad Social, mientras que la construcción, en pleno boom, suponía el 17% y la agricultura y la industria con dificultades se repartían el restante 15%. En 2014, los servicios, liderados por el turismo, coparon más de un 76%, la construcción cayó al 10% y la agricultura y la industria se mantuvieron a la baja. La situación del sector primario es especialmente grave en la ganadería, con la pérdida de ayudas de la UE, la complejidad del PDR y los problemas con la fauna salvaje.
El director general de Políticas de Montaña, Albert Alins, admite que el déficit de infraestructuras y accesos a núcleos complica la vida en el Pirineo. En cambio, remarca el patrimonio natural y cultural como principal baza y sostiene que las estaciones de esquí, aunque deficitarias (salvo Baqueira) son vitales para fijar la economía y la población. Junto a ello, las nuevas tecnologías están llegando poco a poco y en breve “todas las capitales de comarca tendrán acceso a la fibra óptica”.
Por su parte, Marc Garriga, director del Parc Natural de l’Alt Pirineu, señaló que el patrimonio natural del Pirineo está a la altura de los mejores espacios de Europa y anunció que el parque trabaja junto con el espacio natural de l’Ariège (Francia) y Comapedrosa y Sorteny (Andorra) para crear una marca única: el Parc Pirinenc de les Tres Nacions. Garriga pone sobre la mesa también la clave del debate sobre las comunicaciones: la ausencia de túneles desde Andorra hasta Vielha contribuye a preservar el patrimonio al reducir el riesgo de masificación. En materia de accesos, reconoce que la situación del Pirineo es un “drama”. El alcalde de Esterri d’Àneu, Ramon Villuendas, asegura a su vez que el “desequilibrio territorial es exagerado” en cuestión de infraestructuras como el Eix Pirinenc y las telecomunicaciones. También lamenta la falta de presupuesto para mantener el territorio, “protegido casi en un 100%”. Carlos Guàrdia, geógrafo y colaborador del Idapa, señala que hay muchas diferencias entre las seis comarcas del Pirineo, aunque tienen en común la riqueza turística y natural, así como el déficit en infraestructuras. Con el 18% del territorio y el 1% de la población “debemos ser capaces de atraer talento y actividad económica”. En uno de sus informes, el Idapa concluye que “la vocación turística del Pirineo debe pasar por integrar en este sector terciario al resto, industria artesanal de calidad y agroalimentación, posicionándose en el mercado internacional o como alternativa al sol y playa.”