Zoológicos para el siglo XXI

Los zoológicos de Lleida atraen a más de 65.000 visitantes al año. Mientras que Aran Park, en Bossòst; y el Zoo del Pirineu de Odèn han mejorado los resultados del año pasado, han surgido nuevos proyectos como el de Vimferri, abierto desde el pasado mayo en Juneda, y el que está en trámite en Espot. Todos comparten algunos rasgos comunes: muestran especies autóctonas en espacios amplios que recrean sus respectivos hábitats, a menudo al aire libre. Es algo que satisface la sensibilidad del público y que contrasta con las crecientes críticas a zoológicos tradicionales como el de Barcelona. El eco de esta movilización por el bienestar de los animales llegó a Aran en septiembre cuando, a raíz de protestas ecologistas y animalistas, el recinto de los osos de Arties puso fin a sus veinte años de historia con el traslado de los dos animales a un santuario de fauna en Hungría.

Aran Park es el centro zoológico que atrae a más visitantes. Cerró esta semana la campaña tras recibir a más de 45.000 visitantes desde el pasado mes de mayo, frente a los 42.000 del año pasado. Es un récord desde su inauguración en 2013, cuando recibió a unas 30.000 personas. El nacimiento de tres oseznos en cautividad ha contribuido este año a aumentar la afluencia de público y la concesionaria que gestiona este centro propiedad del Conselh Generau prevé incorporar en 2017 un nuevo recinto para lobos grises.

Los centros muestran los animales en recintos amplios que reproducen el hábitat de cada especie

El modelo de los centros leridanos contrasta con las críticas que despiertan zoos tradicionales

El Zoo del Pirineu, en Odèn, inició en marzo la temporada y ha recibido unos 7.000 visitantes, más de los que consiguió en todo el año 2015. Exhibiciones de vuelo de aves rapaces son la atracción estrella de este centro zoológico inaugurado en 2014 y dedicado a especies pirenaicas, que permite ver de cerca e incluso tocar algunos de los animales. “Escuchamos lo que dicen quienes nos visitan y tratamos de adaptarnos a lo que les gusta”, explicó la directora, Stania Kuspertova.

El centro de fauna de MonNatura Pirineus se gestiona junto al albergue de Les Planes de Son, abre todo el año y solo cierra en enero para efectuar trabajos de mantenimiento. Recibe entre 10.000 y 11.000 visitantes cada año y las visitas se hacen siempre con un guía. “Damos relevancia a educar sobre la fauna”, explicó el director, Eugeni Rojas, quien señaló que la oferta en Lleida en cuanto a centros zoológicos “ha aumentado mucho en los últimos años”.

Por su parte, el centro de fauna de Vimferri, inaugurado el pasado mes de mayo, prevé superar este fin de semana los 1.300 visitantes. Su promotor, Teòfil Camí, se mostró sorprendido por la buena afluencia de público, en su mayoría familias con niños que acuden a ver ejemplares de ciervos, zorros, corzos, buhos, tortugas y águilas, entre otras especies salvajes que pueden encontrarse en Les Garrigues. “Todas forman parte de nuestro entorno, pero algunas resultan a menudo difíciles de ver en el medio natural”, explicó Camí, que destacó la vertiente didáctica de esta iniciativa. El recinto tiene un aula, paneles informativos y cámaras para observar nidos durante el periodo de cría.

A todas estas instalaciones en las comarcas de Lleida, se suman otras que, si bien no tienen como única finalidad dar a conocer la fauna salvaje, también reciben cada año a numerosos visitantes. Es el caso del Centre de Recuperació de Fauna de Vallcalent, que recibe animales salvajes heridos y los devuelve al medio natural tras curarlos y rehabilitarlos; y también el Centre de Fauna de El Pont de Suert, dedicado a la repoblación de especies como el visón europeo y la trucha autóctona.