Baiasca tendrá en tres semanas acceso rodado siete meses después

La Diputación comenzará el lunes las obras para que los vecinos de Baiasca recuperen un acceso rodado en condiciones después de siete meses en precario. La carretera que va de la C-13 al núcleo de Baiasca registró un primer gran desprendimiento de rocas en febrero de 2015 y otro en mayo de este año que inutilizó la vía. Durante semanas, los vecinos cruzaban este punto a pie, dejando vehículos a lado y lado del desprendimiento. Ahora utilizan un paso habilitado para emergencias.

La corporación provincial invertirá 70.000 euros como parte de los 450.000 que cuesta el proyecto en total y que deben financiar también Generalitat, consell y ayuntamiento, según explicó el presidente de la Diputación, Joan Reñé. Los trabajos durarán tres semanas y pararán hasta que pase el invierno, cuando seguirán en una segunda fase. Ramon Lleonart, responsable de Infraestructuras, advirtió que la actuación es urgente ante el riesgo de que haya un colapso en la vía de forma inminente, ya que inspecciones llevadas a cabo el 5 de noviembre detectaron un incremento de fisuras y pruebas de que hay movimientos tanto en la ladera como en el asentamiento superior. Lleonart confió en que el mal tiempo no impida los trabajos de los próximos días. La corporación actuará ahora en un tramo de vía tanto para estabilizar la zona como para habilitar una pista que más adelante se asfaltará.

La actuación se centrará en un recorrido de 300 metros y las tres semanas de plazo permitirán llevar a cabo excavaciones, drenajes y habilitar una capa de rodadura. Los trabajos, que incluirán la excavación de 9.000 metros cúbicos de tierra, obligarán a limitar los horarios del tráfico. Este ‘by pass’ a la carretera tradicional mide 370 metros aunque la actuación global se hará sobre 700.

La corporación abre una partida de 1,4 millones para caminosEl presidente de la Diputación, Joan Reñé, avanzó ayer que los presupuestos de 2017, que presentan el lunes, incluirán una partida de 1,4 millones de euros destinada a la mejora de caminos municipales a la que podrán optar los ayuntamientos de Lleida, al margen de inversiones de emergencia por situaciones críticas. El alcalde de Rialp y diputado provincial, Gerard Sabarich, remarcó que solo el Sobirà tiene 300 kilómetros de carreteras locales, cuyo mantenimiento es muy difícil. Destacó que actualmente el de Montenartró es otro de los accesos que están muy deteriorados y requiere una actuación, prevista para 2017. Otros desprendimientos graves se han registrado también en la carretera que va de la C-13 a Port-Ainé.