La Diputación se endeudará por 30 millones para dar ayudas a municipios y hacer inversiones hasta 2018

La Diputación contratará préstamos y aumentará su endeudamiento en 30 millones de euros entre 2017 y 2018 con el fin de otorgar nuevas líneas de ayudas a ayuntamientos y hacer inversiones en carreteras y equipamientos. Así lo anunció hoy el presidente, Joan Reñé, quien indicó que lo permite la reducción de la deuda del ente provincial, que ha pasado del 107% de los recursos ordinarios en 2011 a un 39% al cierre de 2016.

Con estas operaciones de crédito, la deuda de la Diputación se situará en un 60%. "Muy por debajo del límite del 75% que establece la normativa", puntualizó Reñé, quien indicó que 20 millones de euros se destinarán a un plan extraordinario de subvenciones para inversiones municipales, que se concederán por concurrencia pública y se sumará a los programas de ayudas ya existentes. De los diez millones restantes, cuatro servirán para sufragar hasta un 25% de los proyectos de ayuntamientos que obtengan financiación del fondo Feder de la UE, y el resto a inversiones consideradas "estratégicas", como mejoras en la red de carreteras del ente provincial.

Reñé hizo estas declaraciones en la presentación de la propuesta de presupuestos de la Diputación para 2017, que ascenderá a 112 millones de euros, nueve millones más que los de 2016. De esta cifra, 43,5 millones se destinarán a aportaciones a los entes locales, tanto a través de los planes de ayudas ya existentes como del futuro plan extraordinario. En este sentido, Reñé puntualizó que, de los 30 millones de endeudamiento previstos, las cuentas para el próximo año solo incorporarán en principio 5 millones. El resto deberá incorporarse entre 2017 y 2018. 

Los presupuestos se someterán a la aprobación del pleno el 24 de noviembre, después de que el PSC reclamara una nueva línea de ayudas a los municipios y de que ERC cuestionara la concesión de subvenciones directas y exigiera que todas fueran por concurrencia pública. En este sentido, Reñé se mostró convencido de que el nuevo programa de ayudas está en consonancia con lo que piden los socialistas. En cuanto a las críticas de los republicanos, recordó que las ayudas directas ya se aplicaban antes de su mandato, rechazó cualquier favoritismo a la hora de concederlas y defendió que son útiles para dar respuesta a necesidades urgentes (citó como ejemplo la reparación del acceso a Ciutadilla). Asimismo, señaló que el coste de un proceso de concurrencia pública es excesivo cuando se trata de aportaciones que, en algunos casos, no llegan a 5.000 euros. 

"Nunca hemos aplicado un criterio de discrecional política a esas ayudas", subrayó, y apuntó que los nuevos planes de ayudas creados durante los dos últimos mandatos "son todos de concurrencia pública".