Canalet, el viejo regadío se moderniza

La histórica comunidad de regantes del Alt Urgell, conocida como el Canalet de Tàrrega, se constituyó en 1961, y ha invertido en los últimos cinco años más de 4 millones de euros en la modernización de su sistema de riego. Justo Minguella, vicepresidente del Canalet, explicó que las obras se llevaron a cabo atendiendo los requerimientos de Agricultura de la Generalitat para integrarse a la red de riego del canal Segarra-Garrigues ya que una de las condiciones era que “no podíamos regar por gravedad”. Minguella insistió en que “no fue una decisión a la ligera”.

Actualmente el Canalet cuenta con un sistema de riego de última generación, completamente integrado al territorio. Entre las actuaciones llevadas a cabo desde el año 2011 hasta la actualidad destacan la renovación integral de la red, hasta 85.000 metros lineales soterrados nuevos de tubería de PVC, la compra de 7 grandes máquinas de aspersión, la construcción de 4 embalses que pueden almacenar un total de 185.000 metros cúbicos de agua, la habilitación de una nueva estación de bombeo y la adquisición de nuevos motores de bomba que funcionan con diésel. Asimismo en dos de los embalses llevan a cabo una prueba piloto con placas solares con el fin de reducir el gasto energético. Las obras, que han costado un total de 4.004.023 euros, han sido financiadas por los propios regantes. Solo una parte está financiada, por valor de 400.000 euros, por el Institut Català de Crèdit y el Banc Sabadell. El Canalet tiene unas 2.000 hectáreas regables de las que tan sólo falta modernizar unas 400 hectáreas que corresponden al sector C, en la Figuerosa.

ASG les cobró el agua a 9 céntimos/metro cúbico y aseguran haber pactado solo 5 con Agricultura

La comunidad de regantes del Alt Urgell esta enfrentada ante el juzgado con la empresa concesionaria del Segarra-Garrigues, Aigües del Segarra-Garrigues (ASG), porque ésta le reclama el pago de 376.458,90 euros por el agua que el Segarra-Garrigues suministró los años 2012 y 2013 al Canalet. Minguella explicó que los regantes pactaron verbalmente con el entonces conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, un precio de 5 céntimos por metro cúbico mientras que la factura que les llegó fue de 9 céntimos. Minguella argumentó que “consideramos el precio desorbitado ya que es cierto que hubo suministro en alta pero no una distribución puesto que utilizaron nuestra red, financiada por los regantes del Canalet”.