La ACA impulsa en solitario la traída de Rialb y sube su aportación hasta los 10 millones

La Agència Catalana de l’Aigua ha decidido prescindir de la empresa pública estatal Acuaes e impulsar, juntamente con los ayuntamientos, consells y diputaciones, la traída de agua de Rialb a 30 municipios de la Segarra, el Urgell, la Conca de Barberà y la Anoia. El conseller de Territorio, Josep Rull, se reunió ayer con los alcaldes y les planteó una nueva propuesta de precios del agua que rebaja los anteriores durante los cinco primeros años pero los incrementa desde el sexto hasta el año 25 a causa de la amortización de las obras. La anterior propuesta no satisfizo a los usuarios, especialmente a la Segarra.

En 2015 la ACA planteó el proyecto, dimensionado para abastecer a 43.000 habitantes de las cuatro comarcas, que preveía ejecutar a través de Acuaes. La administración catalana aportaba 6 millones; otros cuatro las tres diputaciones (dos de ellos la de Lleida) y 10,3 millones a cargo de los usuarios, que debían ser financiados por Acuaes y debían devolverse a partir del año 26 y hasta el 50. Ayer, el conseller planteó que la ACA asuma 10 millones y los usuarios 6,3, que pagarán por vía tarifaria. La diferencia es que amortizarán la obra a partir del sexto año de su entrada en servicio. De esta forma, los cinco primeros años pagará dos céntimos menos que la propuesta anterior para los primeros 25 años. Sin embargo, del año 6 al 25 el coste será 8 céntimos superior al que hubieran pagado durante estos primeros 25 años con la anterior propuesta, aunque inferior a los que se planteaban para los años 26 a 50 (cuando se preveía la amortización). La obra quedaría amortizada en la mitad del tiempo. Conselleria y alcaldes se emplazaron a una nueva reunión en 15 días para acercar posturas. El director de la ACA, Jordi Agustí, reiteró ayer en Lleida que los tres tramos de precios del agua se deben al coste del bombeo y son mayores cuanto mayor es la diferencia de cota. Así, Tàrrega es la que menos paga y la Conca de Barberà, la que más. La ruptura con Acuaes en este proyecto pretende agilizar los trámites, mientras que la gestión del agua se deberá llevar a cabo a través de una nueva mancomunidad, que debería ser, según Agustí, una ampliación de la actual empresa de aguas de la Segarra. El director añadió que la mancomunidad puede decidir cobrar de varias maneras, diferenciando, por ejemplo, cuotas fijas y variables. La ACA ha consignado 100.000 euros para 2017 y 5,9 millones para 2018, aunque faltarán otros cuatro.

Agustí explicó que en seis meses pueden tener aprobado el proyecto y declararlo de interés público a medidados de 2017 para iniciar ya las expropiaciones. A principios de 2018, aunque el proceso de ocupación no haya terminado, prevén “comenzar a licitar la obra” e iniciar los trabajos ese año. Agustí apuntó que la posible baja de las granjas como usuarias del abastecimiento (tienen como alternativa el canal Segarra-Garrigues) no afectará prácticamente a la imputación de costes. El proyecto incluye la construcción de 122 kilómetros de tuberías.

La Segarra ve injusto el reparto de costes en los precios del agua La Segarra dice no a la propuesta de la Generalitat sobre el reparto de los costes de la traída de agua de boca desde Ratera. Según el presidente del consell, Xavier Casoliva, la Segarra continua siendo la comarca más perjudicada en el precio atendiendo al reparto de los costes de la actuación. Por este motivo, en la reunión que mantuvo ayer con el conseller Josep Rull y el director del ACA, Jordi Agustí, se acordó una nueva reunión para el próximo día 16 de diciembre, tiempo en el que los técnicos del ACA y del la Segarra buscarán puntos de acercamiento.