Viacrucis hacia el Pirineo

Los problemas en las principales carreteras del Pirineo de Lleida arrojan sombras de preocupación al inicio de una campaña turística de invierno que arranca con las mejores previsiones de la última década en cuanto a número de esquiadores y visitantes. A lo largo de esta semana han coincidido desprendimientos de rocas en la C-13 en Llavorsí y también en la C-14, donde la caída de piedras ocasionó dos accidentes de tráfico el pasado fin de semana en Organyà. El lunes, un camión de gas metano volcado en Sopeira cortó todo el día la N-230. Estas incidencias han reavivado la reivindicación de mejoras para garantizar la seguridad en las vías que unen el llano y la montaña.

El consell de la Ribagorça ha iniciado contactos con municipios y entes locales de Huesca para reivindicar de forma conjunta mejoras en la N-230. Por su parte, la plataforma vecinal que reclama el túnel de Tres Ponts en la C-14 se plantea reanudar las protestas, si bien la Generalitat aseguró que iniciará en 2017 este paso subterráneo, valorado en 40 millones de euros (ver desglose). En la C-13, la caída de rocas el martes en Llavorsí cortó un carril más de tres horas y provocó indignación entre vecinos y usuarios de esta vía, al tratarse de un tramo donde la Generalitat ya había actuado para evitar aludes.

La Generalitat asegura que iniciará este año las obras del Túnel de Tres Ponts en la carretera C-14

También carreteras secundarias y accesos a pueblos han sufrido desprendimientos

A los incidentes en estas carreteras, se suman las quejas por retenciones en la N-260 por las obras para ensanchar la travesía de Gerri de la Sal. La Associació Catalana d’Estacions de Muntanya (Acem) insistió la semana pasada en que los semáforos que regulan el paso alternativo son ineficaces en los días de mayor tráfico y reclamó que los sustituyan por operarios en los días de mayor afluencia de turistas, en fin de semana y festivos. También el Patronato de Turismo de la Diputación señaló esta semana su preocupación por que los problemas en las carreteras “puedan interrumpir el flujo de turistas” y recordó que, cuanto mejor es el estado de las infraestructuras, resulta más fácil atraer a visitantes a las destinaciones turísticas.

Al margen de los ejes principales que comunican las comarcas del llano y del Pirineo, también la carretera de La Torre de Capdella (L-503) sufrió varios desprendimientos durante el episodio de tormentas de las semana pasada. En Llavorsí, comenzaron el pasado mes de noviembre los trabajos para garantizar el acceso al núcleo de Baiasca, ahora en obras al igual que el acceso al pueblo de Alins.

La reivindicación de seguridad en las carreteras del Pirineo se reaviva mientras, en las comarcas del llano de Lleida , toma impulso la reclamación al ministerio de Fomento de soluciones para frenar la elevada siniestralidad de la carretera N-240 (más información en la página 19).

Vías con soluciones a la vista mientras que otras ni siquiera tienen proyectoMientras que los incidentes en algunas de las carreteras que unen el llano y el Pirineo parecen ya en vías de solución, en otras ni siquiera existen proyectos para garantizar la seguridad y la movilidad. Así, la Generalitat ha asegurado esta semana que completará el proceso de adjudicación de las obras del túnel de Tres Ponts en la segunda mitad de 2017, si bien la inversión necesaria, 40 millones de euros, no consta por ahora en el proyecto de los presupuestos de la Generalitat, pendiente de aprobación en el Parlament.