Una gran estafa para vivir a todo lujo

Una campaña de recaudación de donativos para supuestamente operar a su hija enferma que en realidad servía como tapadera para llevar una vida de auténtico lujo. Esta es la conclusión a la que han llegado los Mossos tras una investigación que se inició el viernes y que finalizó ayer tras analizar la documentación hallada el registro en su vivienda. Este parece que ha sido, al menos desde 2008, el modus vivendi de los padres de Nadia.

El registro, ordenado por el juez, que la noche del miércoles practicaron los Mossos en la casa alquilada por la familia Blanco Garau en Fígols ha sido clave. Los investigadores hallaron 1.845 euros en efectivo, 32 relojes de alta gama valorados en 50.000 euros (dos de ellos de la marca Audemars Piguet y cuatro Tag Heuer), una pluma Montblanc, dos ordenadores Mac, dos Iphone, tres tabletas electrónicas, tres teléfonos móviles y marihuana. Asimismo, comprobaron que la pareja tenía un saldo que ascendía a 319.676 euros en dos entidades bancarias. Los Mossos constataron que solo entre el 28 de noviembre y el 5 de diciembre recaudaron 300.000 euros. Del estudio de los movimientos, se desprende múltiples reintegros y gastos que no tenían ningún tipo de relación con el tratamiento médico de Nadia. La investigación ha determinado que los padres habían ingresado un total de 918.000 euros por los donativos en las sucesivas campañas de recaudación de fondos para tratamientos médicos a la niña que nunca se habrían llevado a cabo. De esta cantidad se habían gastado unos 600.000, según los investigadores. Pero no solo eso, han comprobado que el alquiler de su casa, con un coste de 9.800 euros anuales, era asumido por la fundación creada para recaudar fondos, que también había hecho un pago de 24.500 euros a una empresa de automoción. Por último, constataron que los padres no entregaron ningún informe al pediatra de cabecera de Nadia en el Alt Urgell, a pesar de que los solicitó, ni contactaron con el hospital de Barcelona que trata la enfermedad que supuestamente sufre su hija, y sobre la que el auto del juez también abre un interrogante.

En el registro en la casa hallaron 32 relojes de alta gama cuyo valor es de unos 50.000 euros

En el momento de su arresto, el padre llevaba en el coche una pistola de fogueo

la seu d’urgell

Fernando Blanco Botana fue detenido el miércoles por los Mossos d’Esquadra después de que hubiera huido de un control policial en la Cerdanya que se había activado ante el riesgo de que se diera a la fuga. En el momento de la detención, llevaba encima 1.450 euros en efectivo, una pistola de fogueo, cartuchos de rifle, dos relojes y dispositivos electrónicos de alta gama.

Los Mossos le seguían la pista desde que el pasado viernes abrieron una investigación por la supuesta estafa. El lunes, el titular del juzgado de Instrucción 1 de La Seu d’Urgell ordenó el bloqueo de las cuentas donde se recibían donaciones, requirió a los padres para que aportaran toda la documentación médica del caso y abrió una investigación con médicos forenses para estudiar los supuestos tratamientos recibidos y su autenticidad. Ese mismo lunes y prácticamente a la misma hora, el padre de Nadia admitía “que no he llevado a Nadia a Houston, sino a curanderos”, en unas declaraciones en el progama Espejo Público de Antena 3. Aseguró que el miércoles comparecería ante los medios y lo explicaría todos. No lo hizo y públicamente no había rastro de él. En su lugar, habló su mujer y también lo hizo telefónicamente en el mismo programa. Marga Garau afirmó que “me fío de Fernando”. Los Mossos acudieron al domicilio para entregarles los requerimientos judiciales. No contestaron. Al parecer, Blanco ya se encontraba en la Cerdanya, pero los Mossos le seguían la pista. Su negativa a colaborar con la justicia (habían pasado más de 48 horas desde el primer requerimiento), la posibilidad de que hubiera destruido pruebas y su más que posible huida del territorio español propiciaron su detención. Marga acudió después a comisaría y acabó detenida.