La bajas temperaturas y el hielo obligan a paralizar las obras del acceso a Baiasca

Las bajas temperaturas que se registran por la noche en las comarcas del Pirineo y la acumulación de hielo han obligado esta semana a paralizar las obras del nuevo acceso a Baiasca, en Llavorsí, tras desprendimientos sobre la carretera, que quedó cortada hace 8 meses. Los trabajos para abrir un acceso alternativo se iniciaron a mediados del pasado mes de noviembre y durante este periodo se ha abierto parte del nuevo ramal y se ha adaptado un tramo de la pista forestal, conocida como Camí del Bosc. El alcalde de Llavorsí, Josep Vidal, aseguró que la climatología ha permitido descargar parte del terraplén por donde transcurre la nueva vía, aunque en las capas superficiales “quedan heladas, lo que hace muy difícil trabajar en la zona”, dijo. Sin embargo, aseguró que lo más dificultoso de la obra está ya ejecutado, pero “hay que tener la seguridad de que la tierra que se compacta quede consolidada, y hoy por hoy, con el hielo es imposible”, dijo. En la última semana las temperaturas nocturnas han oscilado entre los 7 y los 9 grados negativos, y se han acumulado hasta 60 centímetros de hielo al congelarse filtratraciones de agua, “que no permiten trabajar con garantías”, dijo Vidal. Aseguró que no se puede levantar un talud sin tener la seguridad de que la tierra se ha compactado por culpa del hielo, por lo que los técnicos han decidido paralizar las obras hasta que la climatología permita trabajar en la zona con seguridad. Por su parte, el alcalde pedáneo de Baiasca, Jordi Fillet, insistió en pedir que se aceleren las obras precisamente porque el frío podía paralizar los trabajos. Fillet señaló que era previsible que la climatología obstaculizara la ejecución de una obra, que ya no se reanudará hasta finales de enero o principios de febrero.