La deuda, de 800.000€, impedirá hacer nuevas obras en Castelldans hasta

La deuda que arrastra el ayuntamiento de Castelldans desde 2012 impedirá que pueda abordar nuevas obras hasta 2020 y así quedará plasmado en el presupuesto que ahora se está elaborando, según explicó el alcalde, Conrad Llovera (PDeCAT). El consistorio ya ha abordado un plan de estabilidad estratégico que ha supuesto recortes en la plantilla (lo que ha comportado la demanda de trabajadores), reducción de sueldos y reestructuración de partidas. De esta forma, de los 1,2 millones de euros de débito en facturas a proveedores y créditos bancarios se ha logrado pasar tras año y medio de control a un déficit de 800.000 euros, 250.000 pendientes de pagar a empresas y particulares, explicó Llovera. El plan de control en el gasto comenzó en 2015, después de acceder CiU (ahora PDeCAT) a la alcaldía y se prevé mantenerlo hasta 2019. Llovera explicó que solo se han planificado pequeñas partidas para ayudas sociales; “para hacer trabajos de mantenimiento y sufragar averías e imprevistos puntuales confiamos en las ayudas de la Diputación gracias a las que hemos podido hacer algunas reparaciones de urgencia”, remarcó. Llovera fue muy crítico con la falta de subvenciones de la Generalitat a la que recriminó su falta de sensibilidad con las pequeños pueblos. “Si llega a ser por el Govern ya estaríamos intervenidos porque su concienciación para con las localidades pequeñas es cero”, sentenció. Concretó que espera que para 2018 la situación esté casi saneada y, de este modo, poder recurrir a entidades financieras para poder solventar el mínimo endeudamiento que quede pendiente. “Si bien no estamos al límite del endeudamiento que fija el Govern, esta situación ahoga al consistorio”, dijo. El consistorio ha congelado de nuevo las tasas para no gravar más a los vecinos.