Críticas de Navès a la ACA al quedar sin ayudas para abastecer a varias masías

Malestar en el ayuntamiento de Navès por la exclusión de las ayudas de la Agència Catalana de l’Agua (ACA) abiertas el año pasado para solventar los problemas de los pueblos que tienen que recurrir a los camiones cuba. Según el alcalde, Josep Maria Casafont (PDeCAT), esta decisión supone un agravio ya que en el municipio hay una docena de masías que no son segundas residencias, una casa de turismo rural que se abastece con cubas todo el año, Cases Altes de Posada; y un albergue en la zona de La Selva, gestionado por la Fundació Catalana de l’Esplai, con capacidad para un centenar de personas, que se queda sin reservas de pozos y fuentes casi todos los veranos y debe recurrir a las cisternas. Casafont indicó que este problema afecta a dos zonas, una en la que está la casa de turismo rural y otras dos masías y donde el pantano de la Llosa del Caval se encuentra a menos de 50 metros; mientras que la otra es la de la Vall d’Ora, donde están habitadas más de doce casas todo el año que se suministran de pozos y que cada año que padecen sequía, como fue el caso de 2016, ya que tienen importantes problemas para abastecerse. “Los acuíferos están cada vez más secos por lo que si no se toman medidas ya, dentro de dos años la situación será muy grave”, explicó. El consistorio pide captaciones del pantano de la Llosa y del río Aiguadora, respectivamente, para canalizar a depósitos donde será tratada. De hecho, el ayuntamiento ya tiene un proyecto valorado en más de 300.000 euros, una cuantía que se justifica por la complicada orografía y la dispersión de las masías que hace muy difícil hacer la conexión de la red a las casas. Casafont explicó que pasadas las fiestas navideñas una de las prioridades del ayuntamiento es conseguir dinero para solventar, de una vez, esta problemática.

Más de 200.000€ para mejorar el alumbrado público en cinco añosEl ayuntamiento de Navès ya ha aprobado su presupuesto para este año que prevé una inversión para mejorar el alumbrado público de la zona residencial de Santa Llúcia, donde viven una treintena de familias. La inversión global supera los 200.000 euros por lo que, según el alcalde, las obras se harán por fases, la primera, valorada en unos 45.000€, este año. El sistema de iluminación data de la década de los setenta y el cableado todavía está a cielo abierto, por lo que será preciso soterrarlo, una actuación que servirá para mejorar otros servicios. En total, habrá que renovar unos cincuenta puntos de luz que se sustituirán por leds. También se ha habilitado una partida de 70.000€ para mejorar caminos que se prevé sufragar con ayudas de la Diputación.