Vuelve la nieve al Pirineo después de 45 días y causa problemas en las carreteras

La nieve regresó ayer al Pirineo después de un mes y medio de sequía y dejó más de 25 centímetros (hasta media tarde) en algunas cotas de Aran. Provocó problemas en la circulación de vehículos y obligó a cortar la N-230 a causa de un choque entre un camión y un turismo. Por otra parte, la niebla dio paso al sol en las comarcas del llano.

La primera y única nevada remarcable este invierno en el Pirineo de Lleida tuvo lugar el pasado 26 de noviembre y no se repitió hasta ayer, un mes y medio después. Hasta las seis de la tarde había dejado más de 25 centímetros de nieve nueva en Baqueira y más de 15 en Tavascan, cuya estación de esquí todavía no ha podido abrir pero espera hacerlo en los próximos días (ver página 4). Otros espesores remarcables fueron los 12 centímetros de Vielha y los 12 de Espot (en la cota 2.500, donde se acumulan casi 70 centímetros con la anterior nevada).

La nevada complicó durante la mañana la circulación en varias carreteras del Pirineo, especialmente en Aran. En concreto, fue necesario el uso de cadenas en la C-28 en el puerto de la Bonaigua, la N-141 en Eth Portilhón y la C-142b de acceso al Pla de Beret, mientras que en el túnel de Vielha se prohibió la circulación a camiones articulados. Además, la N-230 quedó cortada a las 12.30 horas en Vielha tras el choque entre un camión y un turismo, probablemente a causa de las condiciones de la carretera. El conductor del vehículo, un vecino de Les de 58 años, quedó atrapado y tuvo que ser rescatado por los bomberos. Sufrió policontusiones y fue evacuado al hospital de Vielha. La carretera se abrió de nuevo antes de las 2 de la tarde. También por la tarde, si bien seguía nevando, la situación se normalizó salvo en la C-28 y la C-142b, donde seguía siendo necesario el uso de cadenas.

Varios termómetros del Pirineo siguieron bajo 0 como temperatura máxima, entre ellos Espot o Boí

En las comarcas del llano, la niebla dio una tregua casi a lo largo de todo el día, después de unos meses de diciembre (con 26 días de niebla) y enero especialmente duros por la falta de visibilidad, la fuerte humedad y, en la última semana, las bajas temperaturas.

Las temperaturas mínimas se mantuvieron ayer por debajo de los cero grados en casi todas las comarcs, aunque subieron entre tres y cinco grados, superando las intensas heladas del domingo y el lunes. El frío ha tenido consecuencias estos días. Al margen de la operación Iglú (con 81 ‘sin techo’ atendidos en Lleida el domingo), en la escuela Jaume Balmes el lunes no funcionaba la calefacción y la empresa Veolia, la gestora, envió a un técnico que llegó a la escuela a las 10 de la mañana. Aunque en pocos minutos se puso en marcha la caldera, la dirección del centro propuso a los padres que pudieran que se llevaran a los niños en casa ya que la temperatura era muy baja. El resto fueron trasladados a una sala que se pudo calentar. La Paeria de Cervera exigió explicaciones a Veolia, que las dio en una reunión urgente. Veolia reconoció una cadena de errores básicamente de programación y organización ya que no hubo ninguna avería ni ningún problema en el mantenimiento de las instalaciones, que están en buenas condiciones.