Los padres de Nadia, imputados por exhibicionismo y explotación sexual

El juez de La Seu d’Urgell abrió ayer una nueva causa contra los padres de Nadia tras imputarles un delito de exhibicionismo y provocación sexual y otro de explotación sexual, a pesar de que en su declaración ambos negaron haber hecho fotos pornográficas a la niña. La madre continúa libre con cargos y podrá seguir visitando a su hija.

El titular del juzgado de Instrucción 1 de La Seu d’Urgell imputó ayer por los delitos de exhibicionismo y provocación sexual y de explotación sexual a los padres de Nadia, Fernando Blanco y Margarita Garau, tras interrogarles por segunda vez a raíz del hallazgo por parte de los Mossos de fotos de contenido sexual de la niña y de ambos manteniendo relaciones con la pequeña presente. Las encontraron en un pendrive que el padre llevaba en el coche cuando fue detenido. Lo hace en una causa independiente de la primera, abierta por un delito de estafa por los 918.000 euros recaudados en donativos para el supuesto tratamiento de tricotiodistrofia, la enfermedad rara que padece Nadia. El juez enviará estas diligencias previas al decanato de La Seu para que sean repartidas entre los juzgados de instrucción de este partido judicial, que son dos. Asimismo, el juez estimó la personación de la Generalitat, que actúa en la causa abierta por estafa como acusación particular. De momento no hay ninguna otra personación, aunque dos particulares lo habrían solicitado. El juez mantiene las medidas anteriores, por lo que Blanco sigue en prisión y Garau en libertad con cargos, pudiendo visitar a su hija los fines de semana (les fue retirada la patria potestad).

La primera en declarar fue Marga Garau, que llegó a los juzgados a las 9.20 horas tras pasar la noche sola en la casa de Fígols, según indicó su abogado, Alberto Martín. Fuentes próximas al caso explicaron que el alquiler está pagado hasta marzo. Visiblemente más delgada, fue interrogada hacia las 10.45 horas. Blanco llegó a las 11.00 en un vehículo policial. Sobre las 12.30 horas finalizaron los interrogatorios, que se hicieron por separado. Martín explicó que en total se visionaron “entre 15 y 20 fotografías” que habrían sido tomadas “con un teléfono móvil” entre los años 2008 y 2011, cuando la pareja todavía vivía en Mallorca. Los dos investigados aseguraron ante el juez que las imágenes no tienen ningún contenido sexual y el letrado las calificó como “más o menos normales”. “La niña nunca ha presenciado ningún acto sexual”, aseveró Martín.