Pistas cerradas, pero el esquí está garantizado hasta Semana Santa

La rápida acumulación de nieve desde el pasado fin de semana mantuvo ayer cerradas la mayoría de las pistas de esquí de Lleida, al igual que el pasado domingo. Boí Taüll no pudo abrir por segundo día consecutivo, al igual que Tavascan, que estrenó la temporada el pasado sábado. Baqueira solo pudo abrir 16 pistas, mientras que Port Ainé y Espot se limitaron a seis y ocho, respectivamente, en las cotas más bajas. Port del Comte, que no se ha beneficiado de las últimas nevadas, abrió 23 pistas. No poder garantizar la seguridad en los accesos o no haber tenido tiempo para apisonar el nuevo manto acumulado de forma irregular fueron los motivos que llevaron a las estaciones a reducir su superficie esquiable.

Sin embargo, el sector se mostró satisfecho al considerar que estas nevadas, que han llegado a acumular un metro y medio de espesor en cotas altas, garantizan la continuidad de la temporada de esquí hasta Semana Santa cuando todavía se prevén nuevas precipitaciones esta misma semana. Esto supone un giro respecto a un inicio de temporada sin precipitaciones de importancia desde finales de noviembre, en el que la innivación artificial con más de 1.300 cañones y los trabajos para distribuir la nieve sobre las pistas han permitido abrir una superficie impensable hace solo una década.

“Trabajamos ya para poder abrir el cien por cien de las pistas de cara al fin de semana”, señalaron fuentes de Ferrocarrils, propietaria de Port Ainé y Espot. Por su parte, fuentes de Boí Taüll, la única que inició la temporada con la práctica totalidad de las pistas abiertas, apuntaron que “tenemos nieve hasta el verano”. Los cierres de pistas, además, llegan en uno de los momentos de menor afluencia de público en las estaciones del Pirineo leridano, justo después de la campaña turística de Navidad.