Frío y niebla excepcional tras el año más cálido de la historia

El frío fue ayer protagonista en Lleida, con temperaturas mínimas que alcanzaron los nueve grados negativos en las comarcas del llano mientras que el Pirineo rozó los veinte bajo cero. El descenso de los termómetros en Lleida ciudad se situó en un promedio de 1,6 bajo cero a lo largo de la jornada, por debajo de la temperatura media más baja registrada hasta ahora: 0,3 grados en diciembre de 2011, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Esta ola de frío, provocada por la entrada en la Península de una masa de aire procedente de Siberia, llega tras el primer gran episodio de nevadas del invierno, que ha dejado un metro y medio de nieve en el Pirineo desde el pasado fin de semana. Unas temperaturas inusualmente bajas, después de un episodio de niebla de más de un mes, sin precedentes desde la década de los cuarenta, configuran un invierno atípico en las comarcas leridanas. Los pronósticos apuntan a menos frío hoy y más nieve mañana.

En las carreteras del Pirineo, seguía ayer cerrado el puerto de la Bonaigua por nieve en un tramo de nueve kilómetros de la carretera C-28, mientras quefueron necesarias cadenas para circular entre el Cap del Port y la Peülla, según datos de Trànsit. En lo que respecta a las estaciones de esquí, tras el cierre de la mayoría de pistas por las nevadas desde el pasado domingo, ayer siguieron abriendo de forma gradual sus dominios esquiables a excepción de Tavascan, donde siguen trabajando para poder abrirlas este sábado.

La ola de frío llegó al cénit el mismo día en que la Nasa y la agencia ambiental estadounidense NOAA confirmaron que 2016 ha sido el año más cálido en la historia, con un calor en el planeta solo comparable al de 1880. En Lleida, el año pasado se caracterizó por la sequía, que perjudicó a la agricultura y la ganadería extensiva y mermó las reservas de los pantanos. También por la escasez de nevadas, que hizo que las estaciones dependieran de los cañones para salvar el inicio de la temporada.

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El temporal de frío, nieve y viento está dejando media península helada y dejando estampas blancas en lugares donde hacía incluso más de un siglo que no veían caer un copo. Es el caso de Torrevieja, ciudad alicantina donde ayer se veía la nieve por primera vez desde 1914, aunque apenas cuajaba al combinarse con ratos de lluvia. Asimismo, la nieve hizo también acto de presencia más al sur, en las playas de Orihuela y cuajó en zonas como la playa de Campoamor. Más al norte de la provincia, en Dénia la nevada fue intensa obligando a paralizar transportes públicos y en Xaló, por ejemplo, la nevada dejó en las calles más de un palmo de nieve, según las fuentes consultadas. En la comunitat Valenciana hasta 27.000 alumnos se quedaron sin clase a causa de este fuerte temporal. En Valencia ciudad dejaron abierta una estación de metro para que pudieran refugiarse los sintecho.

De hecho, ayer hasta 45 provincias se despertaron con aviso por tiempo invernal, 42 de ellas por frío. Las inusuales nevadas en el levante se repitieron, por ejemplo en Baleares. En el interior de la isla, con termómetros que cayeron a 6 grados bajo cero, se vieron obligados a cerrar al tráfico varias carreteras.

La cota de nieve se situará hoy jueves, en torno a los 300/500 metros en provincias litorales del sureste peninsular y se extenderá paulatinamente hacia las zonas limítrofes, con aviso rojo (riesgo extremo) por nevadas y Alicante.