Niebla y frío lastran las obras de la A-14 de Lleida a Rosselló

El mal tiempo lastra las obras de la autovía A-14 entre Lleida y Rosselló. Un mes de niebla densa y alta humedad ambiental desde finales de diciembre, seguido de una ola de frío, han impedido hasta ahora extender la capa de rodadura en las calzadas, cuya construcción está ya muy avanzada. La apertura de este tramo, que conectará con el que ya está en servicio entre Rosselló y Almenar, estaba prevista según las últimas informaciones para principios de este año. Sin embargo, el ministerio de Fomento ha informado a alcaldes de la zona de que la inauguración se aplazará al menos hasta el próximo mes de mayo. La aplicación de la capa de rodadura y trabajos adicionales como la señalización horizontal requieren que el asfalto esté seco y evitar temperaturas excesivamente bajas. Podrán abordarse en la medida en que remita el frío y la humedad que acompaña a la niebla. El nuevo tramo, que conectará con la variante norte de Lleida, deberá descongestionar el tráfico de la N-230 entre la capital del Segrià y Almenar, donde los conductores deben atravesar ahora más de 20 rotondas. El tramo ya abierto, por su parte, recibe pocos vehículos cinco años después de su inauguración en 2012, dado que acceder a él requiere un largo rodeo para solo 10,3 kilómetros de autovía.

Por otra parte, las temperaturas mínimas subieron ayer entre uno y dos grados en las comarcas de Lleida y se situaron en -8,3 grados en el llano y -10,2 en el Pirineo. El puerto de la Bonaigua, cerrado desde el domingo por la nieve, quedó abierto por la tarde. En el núcleo de Baiasca (Tavascan), la EMD reclamó, en declaraciones a TV3, que la administración actúe para garantizar el acceso al pueblo o tendrán que irse. La Generalitat, por su parte, desactivó la alerta del plan de protección civil (Procicat) al dar por concluida la ola de frío en Catalunya.