Particulares y entidades reclaman 35.000 euros a los padres de Nadia

Varios particulares y entidades, algunos de ellos del Alt Urgell, han anunciado su intención de reclamar un total de 35.000 euros a los padres de Nadia por la estafa, informaron ayer fuentes cercanas al caso. Entre los reclamantes, que tienen la intención de personarse en los próxmos días como acusación en el juzgado, se encuentran un grupo de teatro de La Seu, que ha donado 6.500 euros, un carpintero que hizo obras en la tienda de vinos del padre en Organyà y una vecina de esta localidad que recaudó 2.000 euros para la niña en Andorra, donde trabaja. Esta mujer, Ester Tarrés, dijo ayer a este diario que “me siento en la obligación de devolver el dinero a las personas que confiaron en la causa”. El centro comercial en el que trabaja en Andorra le dio mil euros y otro particular 900 más que ella ingresó en una de las cuentas destinadas a donativos por los padres con las iniciales AVN, de Amigos y Vecinos de Nadia. “Además de económicamente, nos sentimos estafados moralmente porque han jugado con los sentimientos y la buena voluntad de las personas”, explicó Tarrés, madre de una niña que iba a clase con Nadia en Organyà. Ella, junto con otros 60 padres, crearon un grupo de Whatsapp para impulsar iniciativas solidarias para recaudar fondos para ayudar a la familia de Nadia. Este grupo, al parecer, llegó a recaudar unos 20.000 euros. La de esta mujer será una de las primeras denuncias que se presentarán desde que estalló el caso, en el que también han solicitado personarse como afectados una mujer de Barcelona que reclama 6.000 euros y una sociedad de inversión, Grupo Inversor para el Desarrollo, con 19.000 euros.

Los Mossos estiman que Fernando Blanco, en prisión preventiva, y Margarita Garau, libre con cargos, obtuvieron casi un millón de euros por falsos tratamientos de la niña. También están acusados de delitos sexuales porque hicieron fotos pornográficas con la pequeña.

“Me han hecho sentir como si yo también hubiese engañado”? Ester Tarrés se involucró personalmente en la causa de Nadia hasta el punto de organizar actividades solidarias como tómbolas, subastas y cestas de Navidad y pedir dinero a particulares y empresas. “Soy una víctima más de la estafa, pero además me han hecho sentir como si yo también hubiese engañado a la gente, por lo que tengo el deber de recuperar el dinero, y aún más tratándose de cantidades considerables”, afirmó ayer Tarrés. Cuando se destapó el caso, esta vecina de Organyà madre de una niña que iba a clase con Nadia se quedó helada. “Hacía días que por el pueblo corrían comentarios acerca del ostentoso nivel de vida de los padres, pero nadie podía imaginar un engaño de esta envergadura”, afirmó. “Hay muchos tipos de estafa y esta es inmoral”, concluyó.