DEBATE: El doble homicidio reabre el debate del acceso a las armas y la seguridad

El peor suceso en los 30 años de historia de los Agentes Rurales reabre sin duda numerosos debates, entre ellos el control de las armas y la seguridad del cuerpo medioambiental. Temas que todas las partes instan a debatir en frío, con tranquilidad y una vez asumido el duro golpe que ha supuesto el doble crimen de Aspa. El mismo sábado ya se hablaba de la necesidad de endurecer los controles para el acceso a las armas, después de saberse que el joven cazador que acabó con la vida de los dos agentes rurales de Lleida no disponía de licencia para portar el arma que utilizó para el crimen. El conseller de Interior, Jordi Jané, insistió ayer en exigir una revisión de los protocolos de concesión de licencias de armas y fue más allá al decir que los Mossos d’Esquadra deberían tener la competencia en este sentido, así como en explosivos, ahora de la Guardia Civil.

Jané señaló que la Benemérita “tiene que hacer su trabajo de comprobar que las personas que tienen licencia de armas las pueden tener, y para esto hay una serie de pruebas que en teoría y sobre el papel se tienen que hacer”. El conseller admitió la dificultad de prever un hecho violento como el ocurrido en Aspa, pero apuntó que “se puede evitar que gente así pueda tener permiso de armas”.“Debemos tener protocolos capaces de detectar que estamos ante personas que actúan con violencia, que tienen inestabilidad y que por tanto no pueden tener la responsabilidad de tener un arma”, afirmó.

Actualmente se debatía sobre la necesidad de revisar los protocolos de actuación de los Agentes Rurales para otorgarles una mayor protección. Una de las víctimas, Xavier Ribes, era el delegado de CCOO en dicha mesa. Al respecto, la titular de Agricultura, Meritxell Serret, descartó ayer revisar la norma que permita a los rurales llevar armas cortas y dijo que son ellos mismos los que no lo quieren.