Tristeza en el aire

Lleida despidió ayer con rabia, indignación y una tristeza infinita a Xavier Ribes y David Iglesias, los dos agentes rurales muertos a tiros por un cazador el sábado en Aspa. Los hijos de las víctimas les homenajearon liberando dos halcones en la iglesia de Sant Llorenç. “Volad por los compañeros”, escribió luego en un tuit el cuerpo de Rurales.

Dos halcones volando libres hacia el cielo. Fue la imagen que enmarcó ayer el último y multitudinario adiós a Xavier Ribes y David Iglesias, los dos agentes rurales muertos a tiros el pasado sábado por un cazador en Aspa. Más de 700 personas quisieron acompañar a la familia y amigos de Xavier y David, junto a las autoridades encabezadas por el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y los consellers de Interior, Jordi Jané, y de Agricultura, Meritxell Serret. En formación, con la emoción a flor de piel, los féretros con los restos de los dos agentes rurales fallecidos fueron recibidos por sus compañeros del cuerpo medioambiental.

“Una muerte repentina se los ha llevado. Solo podemos reunirnos para ayudar a la familia a buscar una respuesta a lo inexplicable”. El obispo de Lleida, Salvador Giménez, inició con estas palabras la misa que presidió ante los restos de los dos fallecidos en la iglesia de Sant Llorenç. Un discurso interrumpido por el lloro inconsolable de las viudas de Xavier y David. “Es un acto inaceptable. Y solo podemos trabajar para que la confianza sea más fuerte que el odio y el rencor”. El obispo recordó que los dos agentes rurales fallecidos, así como los demás agentes de diferentes cuerpos presentes, “dan su vida en favor de los demás”.

La viuda de uno de los fallecidos exigió tomar medidas para evitar que la tragedia de Aspa se repita

Uno de los momentos más emotivos del funeral fue cuando la viuda de Xavier Ribes dirigió unas palabras a los presentes en recuerdo de su esposo. En ellas recordó que Xavier había hecho muchos sacrificios para entrar a formar parte de los Agentes Rurales - “era su sueño”, dijo- y se mostró firme al exigir que se tomen las medidas necesarias para que “no se destrocen más familias con actos como este”. Una prima del agente rural de Lleida, pero originario de Soses, también leyó un texto en el que reivindicó el amor que las víctimas sentían por el cuerpo, con los que formaban “una gran familia”.

Los hijos de los rurales fallecidos, de 7 y 10 años, quisieron rendir homenaje a sus padres con lo que más les apasionaba. Seguidos por todos los presentes que se agolpaban a la salida de Sant Llorenç, los dos pequeños, visiblemente emocionados, liberaron dos halcones hacia el cielo. Poco después, el cuerpo hizo un tuit de despedida a Xavier y David en el que pedían a los pájaros “Volad por los compañeros”. Fueron los mismos rurales los que portaron los féretros de los fallecidos hasta los coches una vez finalizada la ceremonia religiosa.

El President y los consellers quisieron acompañar a la plana mayor de los Agentes Rurales, quienes presidían el acto junto a las familias. Al funeral, además de integrantes del resto de cuerpos de seguridad y de emergencias, alcaldes de diversos municipios de Ponent, diputados, entidades y políticos, también asistieron agentes rurales de otras comunidades autonómas.

Xavier Ribes y David Iglesias, de 43 y 39 años, fallecieron el sábado por la mañana en el coto de caza de Aspa a manos de un cazador de 28 años, en la peor tragedia del cuerpo en 30 años de existencia. Fue el propio joven, vecino de Vacarisses, quien avisó al 112 tras cometer los hechos. Los dos agentes rurales estaban realizando una inspección rutinaria y el joven no disponía de licencia para el arma homicida. Iglesias se había cambiado el turno para ayudar a sus compañeros ante el aumento de la actividad de caza en el Segrià el fin de semana.

Tres homicidios de cazadores en dos años En los últimos dos años las comarcas de Ponent han registrado tres homicidios causados por cazadores. El primero se produjo en septiembre de 2014 cuando Francisco Martín Pérez, de 75 años y vecino de Sant Just Desvern, mató de un disparo a Ramon Rivera Freixes, de Santa Maria de Montmagastrell. El origen, según el juez, una discusión por el acceso de cazadores a una finca propiedad de la víctima. A este se añade el doble crimen de Aspa el sábado. Ha habido más víctimas por disparos, pero todos accidentales.