CONMOCIÓN
Prisión para el cazador homicida de Aspa
El juez ratifica que disparó a los rurales 4 veces y le imputa por homicidio o asesinato
El titular del Juzgado de Instrucción 4 de Lleida decretó ayer el ingreso en prisión sin fianza para el cazador que mató a tiros a dos agentes rurales el sábado en Aspa, hechos por los que se podría enfrentar a hasta 57 años de prisión por cinco delitos. El criminal reconstruyó ayer doble crimen y Agricultura dotará de más armas y chalecos a los agentes.
El titular del juzgado de Instrucción 4 de Lleida decretó ayer el ingreso en prisión sin fianza para el cazador que admitió haber matado a tiros a dos agentes rurales el pasado sábado en Aspa. El acusado, que ya ha ingresado de forma preventiva en la prisión de Ponent, podría enfrentarse a hasta 57 años de cárcel si es considerado culpable de los delitos que le imputa la Fiscalía: dos de asesinato, dos de atentado contra la autoridad y uno de tenencia ilícita de armas. El Código Penal prevé hasta 25 años por cada delito de asesinato, 3 por cada atentado y uno por la tenencia ilícita de un arma larga, lo que suma un máximo de 57 años en el supuesto de que se condene al cazador por todos estos delitos. El auto dictado ayer por el juez dice que se le imputa por homicidio o asesinato. El homicidio supone unos diez años menos por cada delito. El auto judicial también ratifica que el cazador disparó a los rurales 4 veces y no 3, como avanzó SEGRE ayer.
la declaración el juzgado
Ismael Rodríguez Clemente declaró ayer por la mañana ante el juez que instruye el doble crimen. Durante una hora, el joven de 28 años ratificó la declaración que hizo el sábado tras ser detenido por los Mossos d’Esquadra y aseguró que disparó a los rurales, Xavier Ribes y David Iglesias, como “un acto mecánico”.
Una vez acabó su declaración, seguida por la familia del acusado desde el interior de la sede judicial, visiblemente afectados y abrumados por los acontecimientos, el cazador fue trasladado al coto de caza de Aspa para la reconstrucción de los hechos.
la reconstrucción del crimen
Durante una hora, el magistrado y las partes del proceso pudieron comprobar “in situ” la declaración del acusado, qué estaba haciendo en el lugar y cómo se encontró con las víctimas. Tras finalizar la reconstrucción, Rodríguez fue trasladado de nuevo en furgón policial hasta los juzgados de Lleida, donde se le comunicó la decisión del juez de que ingresara en prisión provisional comunicada y sin fianza al entender que hay riesgo de que pueda cometer otros actos violentos.
Según el magistrado, el acusado se desplazó el sábado desde Terrassa a Aspa junto a otros compañeros con la intención de cazar en el coto. Y lo hizo pese a saber que tenía caducada la licencia de armas tipo E, lo que le incapacitaba para portar la escopeta Benelli (modelo Rafaelo Power Bore) del calibre 12, que utilizó para el doble crimen. La Guardia Civil le había notificado que su licencia había caducado y que depositara el arma en sus dependencias, pero Rodríguez decidió poner la escopeta (junto a otro arma) a nombre de un amigo, también cazador y con licencia en vigor, para no entregarla. Ese amigo no estaba con él el día de los hechos en Aspa, donde se desplazó junto a otras cinco personas, y una vez allí se encontró con otras dos más con las que había contactado por internet.
El escrito también señala que entre el grupo de cazadores, había tres, incluido el homicida, que no tenían licencia de armas, por lo que entraron sin pagar el pase en el coto. Una vez en el lugar, Rodríguez se quedó solo en una zona de olivos
Los cazadores se separaron y Rodríguez estuvo un rato disparando junto a la carretera. Sobre las 10.50 horas, los dos agentes rurales se le acercaron, según explica el cazador, y le dijeron: “Buenos días, descargue el arma”. En ese momento, Rodríguez se volvió hacia ellos con el arma cargada en la mano y disparó a los dos agentes, de 39 y 43 años, desde una distancia muy próxima.
En este punto, el auto del magistrado duda de la versión del acusado, que declara que disparó a unos diez o quince metros, pero los informes forenses, como publicó ayer este diario, apuntaban a que los disparos se efectuaron a menos de dos metros. La defensa del cazador, ejercida por la abogada Montserrat Torres Massot, señaló ayer que los rurales se acercaron al joven por la derecha mientras él estaba girado hacia el lado contrario. El juez rechaza que hubiera una discusión entre las partes, por lo que descarta que la “inexplicable reacción” del cazador respondiese a una situación de tensión o enfrentamiento.
Asimismo, dice que Rodríguez tiene diez años de experiencia como cazador, ha tenido contacto 3 veces con los Agentes Rurales antes y sabe que estos no van armados.
En cuanto a los disparos, el magistrado ratifica que fueron cuatro, dos a cada uno de los rurales, pese a que el acusado dice en que fueron tres. Según el auto, el informe forense constata que cada una de las víctimas presenta dos heridas por arma de fuego, todas en zonas vitales: uno de los rurales presenta una herida en la cara y otra en el cuello, y el otro, en el tórax y en la región parietal. Ambas víctimas fallecieron en el acto. Ante esta contradicción, el juez considera que, si el cazador no manipuló el arma para admitir más cartuchos que los permitidos legalmente, entonces hizo tres disparos, recargó el arma e hizo un disparo más.
Tras acabar con la vida de los agentes, el joven dice que salió corriendo hacia la zona donde estaban sus compañeros, que le instaron a llamar al 112.
La Fiscalía imputa asesinatos al creer que hubo alevosía.