En marcha los planes para calcular el nitrógeno del purín

Un centenar de granjas de Lleida participan ya en el plan piloto impulsado por el departamento de Agricultura para calcular el nitrógeno real producido por cada granja. Este plan se desarrollará entre febrero y octubre de este año y sus resultados se aplicarán a partir de 2018 a las 5.000 explotaciones ganaderas del país (ver SEGRE del pasado 15 de febrero).

El sector teme que la implantación de esta normativa encarecerá la producción en unos dos euros por animal y pideuna reunión con Agricultura para repartir este posible incremento de costes que denuncian.

El responsable del servicio de suelos de Agricultura, Jaume Boixadera, explicó que el plan es un “instrumento para conocer la cantidad de nitrogéno de los purines y evitar, de esta forma, la sobrefertilización de los suelos”. El ganadero Salvador Serra, por su parte, afirmó que “confiamos en que el plan de la Generalitat haga más viable el sector, pero primero queremos saber quién asumirá los costes”. Serra cifró el incremento entre un euro y medio y dos euros por cerdo, un hecho que, explicó, podria encarecer el coste final y acabar repercutiendo en el consumidor.

Este método de cálculo del nitrógeno, que actualmente sólo funciona en Dinamarca y los Países Bajos, permitirá, mediante el conocimiento de la cantidad de nitrógeno y otros nutrientes que contienen las deyecciones de cada granja, ajustar la fertilización a las necesidades del cultivo, optimizar la distribución del fertilizante y, en muchos casos, también un ahorro económico, según explicó la conselleria de Agricultura. Un comité de seguimiento del plan piloto, formado por representantes de la Generalitat y entidades del sector porcino quedó constituido ayer, y tendrá como objetivo establecer los parámetros básicos para el cálculo de la generación de nitrógeno y velar por el cumplimiento de los objetivos del plan. Esta iniciativa se inscribe en los cambios normativos en el ámbito de la fertilización y gestión de las deyecciones ganaderas que lleva a cabo el departamento de Agricultura en tres líneas: mejora en la gestión de las explotaciones, optimización de la fertilización y control y seguimiento de los cambios.