Dimite una teniente de alcalde de Alfarràs y deja al PSC en minoría

La segunda teniente de alcalde del ayuntamiento de Alfarràs, Emmanuelle Samper, entregó ayer en el consistorio su carta de renuncia a formar parte del equipo de gobierno local (socialista) para pasar a ser concejala no adscrita debido al “profundo desacuerdo con el proyecto político en este mandato, especialmente en la gestión económica y en el servicio del agua potable y saneamiento”, en los que discrepa con el alcalde, Kleber Esteve (PSC). El pasado mes de diciembre ya renunció a las áreas de Cultura, Economía y Finanzas y Urbanismo, por las mismas razones. La dimisión de Samper cambia radicalmente la composición del consistorio, donde el PSC deja de tener mayoría absoluta y se ve obligado a gobernar consensuando medidas y buscando pactos. Así, de los 6 ediles del PSC, los 4 de PDeCat y el concejal de ERC elegidos tras las municipales de 2015, se pasará a una nueva configuración con 5 concejales socialistas, 4 de PDeCat, un republicano y la nueva edil no adscrita. Hay que recordar que Samper dejó hace unos 4 años de militar en el PSC aunque siempre ha ido en su listas en las municipales como persona de confianza de Esteve. Ahora, sin embargo, “se ha instaurado la falta de diálogo y, como consecuencia, la quiebra de confianza”, dice en una carta.

La gestión del agua es la piedra angular de este desencuentro. Samper cree que debería volver a ser municipal (ahora la hace Cassa con un contrato prorrogado desde 2011) ya que la privatización supone un gasto anual de 228.357€, lo que comportará una subida de tasas que duplicará la factura a los vecinos (de 265 a 400€ al año). También ve oportuno retrasar la entrada en la Mancomunitat de Pinyana, (a la que se está adscrito pero no conectado), ya que el agua es más cara; y priorizar la reparación de la red de suministro, muy degradada. Para ello propone derivar ayudas destinadas a recuperar el complejo de Mitasa, uno de los proyectos estrellas del gobierno local. Todo ello retrasa la aprobación del presupuesto de 2017, incidió.

Esteve lamentó esta decisión e indicó que “el equipo de gobierno somos varias personas y no se pueden adoptar las propuestas de una porque ella lo diga”. Admitió los problemas en el servicio de agua, pero remarcó que se están buscando las soluciones, pendientes de una reunión con la Mancomunitat.