Port Ainé cierra por 'aforo completo' en un día de afluencia excepcional en las pistas de Lleida

Más de tres mil esquiadores en las pistas de Port Ainé obligaron ayer a la estación a colgar por la mañana el cartel de “aforo completo” y no permitir la entrada de más personas, tras constatar que ya no quedaba sitio donde aparcar. Esta situación insólita, que ya se dio por primera vez el sábado pasado, no tiene precedentes en los treinta años de historia de las pistas de Rialp. Se enmarca en una jornada con una afluencia de público excepcional en todos los dominios esquiables del Pirineo de Lleida, que superó en alrededor de un 20% la habitual en estas fechas y que se ha traducido en hoteles llenos en el entorno de las pistas.

El ayuntamiento de Rialp cerró hacia las 10.45 la carretera municipal de acceso a Port Ainé a petición de la estación, que recomendó a los esquiadores acudir a las pistas de Espot Esquí (ambas propiedad de Ferrocarrils de la Generalitat). La primera recibió 3.050 esquiadores y la segunda, 2.062. Por su parte, más de un millar de personas fueron a Tavascan, en cuya carretera de acceso podía verse una fila kilométrica de coches estacionados.

Los cierres por “aforo completo” de Port Ainé este invierno, sin precedentes en los 30 años esta estación

También en Boí Taüll los esquiadores recurrieron a los márgenes de la carretera tras agotar en espacio para aparcar en la estación. Fuentes del complejo indicaron que las más de 4.300 personas que recibieron a lo largo de la jornada suponen el récord de público en las pistas de La Vall de Boí desde el inicio de la temporada. “Es una afluencia altísima de gente, pero no nos hemos visto en la necesidad de cerrar”, apuntaron.

En el Solsonès, numerosos esquiadores hicieron cola en remontes y tiendas de alquiler de material de esquí de Port del Comte. Se trata de una escena infrecuente en este dominio esquiable, que no precisó la cifra de esquiadores. Tampoco lo hizo Baqueira, aunque corroboró que fue muy superior a la habitual, que en estas fechas llega a situarse por encima de las 12.000 personas. Pese a ello, la empresa puntualizó que no hubo colas de esquiadores por la elevada capacidad del dominio esquiable, que se extiende en Aran y el Pallars Sobirà.

La abundancia de nieve de calidad polvo, con espesores por encima de los tres metros en las cotas más altas; sol y temperaturas suaves que los pronósticos meteorológicos anunciaron con días de antelación; y el final de la “cuesta de enero” tras las celebraciones de Navidad y Año Nuevo explican en buena medida este alud de esquiadores, según responsables de las diferentes estaciones leridanas. A estos motivos, se suman las celebraciones que la mayoría de ellas organizaron con motivo del Carnaval.

“Este es uno de los fines de semana de mayor ocupación de todo el invierno”, afirmó el presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau. A falta de cifras definitivas, Castellarnau apuntó que la mayoría de los establecimientos hoteleros a pie de pistas y en el entorno de las estaciones se sitúan por encima del 90% de las reservas, un porcentaje que roza el lleno y que habitualmente se da durante los puentes festivos. Lo atribuyó en buena medida a las previsiones de buen tiempo.