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ERC deja el gobierno del consell del Alt Urgell, de PDeCAT, y acentúa las disputas a nivel local
Los dos partidos, aliados en la Generalitat y el Parlament, más alejados en municipios y comarcas entre rumores de elecciones autonómicas|| Reñé ve “tacticismo” de los republicanos, pero Comes lo niega
La movilización por la N-240 ha enfrentado a PDeCAT y ERC.
ERC abandonó ayer el gobierno del consell del Alt Urgell, que hasta ahora había compartido con PDeCAT. Esta última formación seguirá gobernando con mayoría absoluta, ya que tiene diez de los 19 miembros del pleno comarcal. La decisión de los republicanos llega cuando estos dos partidos, socios en el Govern de la Generalitat y aliados en el grupo de Junts pel Sí en el Parlament, han protagonizado enfrentamientos en otros cinco consells y en la Diputación. En el último año, ambos han acentuado sus diferencias en cuestiones como la carretera N-240, la planta de purines de Tracjusa, la gestión de la basura en la Noguera y la concesión de ayudas de la administración provincial.
En el caso del Alt Urgell, ERC argumentó que su marcha del gobierno del consell se debe a “discrepancias con algunas formas de hacer del presidente”, Jesús Fierro (PDeCAT), aunque puntualizó que no se trata de “desavenencias personales” ni tampoco de desacuerdos con actuaciones del ente comarcal. Los republicanos apuntaron que “se podría sacar más rendimiento” de un gobierno con 16 miembros entre PDeCAT y ERC y defendieron “disminuir el volumen político” del consell.
El portavoz de ERC, Francesc Viaplana, aseguró que esto “no afectará” al ayuntamiento de La Seu, donde PDeCAT gobierna en minoría y ha aprobado numerosos acuerdos de pleno gracias al apoyo de los republicanos. Por su parte, Fierro agradeció “la dedicación” de ERC mientras ha estado en el gobierno comarcal. También confió en “contar con su apoyo en proyectos que consideramos de país”.
Fuentes del PDeCAT dieron por hecho ayer que los republicanos se están distanciando de la formación a nivel local entre rumores de próximas elecciones autonómicas y en la antesala de las municipales de 2019, si bien ERC lo descartó. Preguntado sobre estos extremos, el presidente de los demócratas en Lleida, Joan Reñé, apuntó a un “tacticismo de ERC”, donde “determinados sectores se sienten más cómodos” con grupos como la CUP o los comunes. Añadió que “nosotros seguimos queriendo representar la centralidad política” en Catalunya.
Por su parte, el presidente de la regional de ERC en Lleida, Carles Comes, negó a su vez que haya una consigna de la formación en este sentido, aseguró que pese a las excepciones la relación entre ambas formaciones es muy buena y dijo que el acuerdo nacional de Junts pel Sí funciona igualmente bien.
