Inician el último tramo del Algerri Balaguer, en la capital, tras casi diez años de espera

La Unión Temporal de Empresas (UTE) Acsa, Obras e Infraestructuras y Sorigué han ha comenzado esta semana las obras del último tramo del canal Algerri-Balaguer en la capital de la Noguera después de casi diez años de espera y de que se pusieran en riego las últimas fincas en Castelló de Farfanya en 2007. Así lo confirmó el presidente del canal, Carles Gra, que explicó que los trabajos han comenzado por los drenajes de las fincas “que deben derivar el agua hacia el drenaje al descubierto que hay en la zona de protección especial de aves (zepa). Asimismo, explicó que en unas dos semanas se iniciará la colocación de los 29 kilómetros de tuberías procedentes de Castelló de Farfanya. El proyecto contempla la instalación de más de 237 tomas de agua y 149 hidrantes, además de los accesos. Según Gra, el sistema de riego tiene que estar finalizado en noviembre de 2018, y explicó que los trabajos se han retrasado casi un mes porque “el proyecto preveía que el 70% de los hidrantes estuviesen instalados en el centro de las parcelas en lugar de estar al lado del camino”, dijo. “Ahora se ha modificado el diseño que ha permitido iniciar las obras esta misma semana”. Estos trabajos prevén la construcción de la red de riego para llevar el agua hasta pie de finca para beneficiar a 792 hectáreas de cultivos que pasarán de secano a regadío en el termino municipal de Balaguer y que son propiedad de 236 payeses, y permitirá casi doblar las hectáreas que hay actualmente en regadío en la capital de la Noguera, 1.169 hectáreas que riegan de varias acequias locales, según el último registro del departamento de Agricultura de 2016. En un principio, la superficie que debía pasar de secano a regadío en Balaguer se estableció en más de 2.000 hectáreas pero unas 1.300 quedaron excluidas por la aplicación de la normativa europea para la protección de las aves esteparias en zonas de secano. La inversión total para este último tramo del canal asciende a 7,7 millones de euros, que incluyen tanto la red de regadío como las obras de concentración parcelaria, condicionada precisamente por las medidas de protección de aves. Las obras de reparcelación comenzaron en 2011 y se han ejecutado con varios retrasos. También han contemplado nueve kilómetros de caminos, desagües y medidas de preservación medioambiental. Gra aseguró se harán paralelamente las obras del sistema de regadío y las que quedan pendientes de la concentración.