Lleida vincula la demanda de más suelo industrial a la mejora de las infraestructuras

Ayuntamientos y Cámara de Comercio condicionan la ocupación del suelo industrial libre en los polígonos de Lleida a la mejora de las infraestructuras y a la creación de un centro logístico ligado al Corredor Mediterráneo.

En la actualidad, la provincia dispone de unas 3.000 hectáreas para actividades empresariales, entre suelo libre, ocupado, planificado y proyectos de futuro. Del total, 827 hectáreas (un 22%) se encuentran sin ocupar, 856 corresponden a proyectos ya planificados o en desarrollo (23%) y un 9% del suelo está catalogado como proyectos de futuro.

La Cámara de Comercio y los consistorios admiten que apenas hay demanda de suelo industrial

Ha lanzado una ‘app’ para conocer la disponibilidad de suelo industrial en el territorio

El secretario general de la Cámara de Comercio, Josep Ramon París, señala que sin una mejora en las infraestructuras viarias y ferroviarias no será posible “aprovechar el potencial estratégico de Lleida para convertirse en un gran centro logístico”. En este sentido, París indica que sin una conexión de línea de mercancías al Corredor, que permita el acceso rápido al puerto de Tarragona, y sin mejoras en carreteras y autovías, además de dinamizar el aeropuerto de Alguaire, será difícil estimular a las empresas a que se localicen en Lleida. En una misma línea se expresan, los alcaldes de Almacelles, Josep Ibarz, y de Almenar, Maria Teresa Malla, que consideran que se trata de “un proyecto de país” para el que tanto Generalitat como Gobierno central deberían cooperar de forma más estrecha de lo llevado a cabo hasta el momento. La oferta de suelo industrial disponible se concentra sobre todo en el eje viario de la A-2, en Bell-lloc d’Urgell, mientras que la ciudad de Lleida apenas dispone de suelo industrial a la espera de que el polígono de Torreblanca-Quatre Pilans sea una realidad. París comenta que el territorio “debe estar preparado para aprovechar el crecimiento” que genere la esperada conexión con el corredor ferroviario transeuropeo. Sin embargo, admite, al igual que las administraciones locales, que pese a los signos de recuperación económica, apenas hay demanda de suelo por parte de empresas.

Lleida

“Convertir Lleida en un territorio atractivo económicamente para las empresas requiere un cambio radical en la política fiscal e industrial de la Generalitat”, explica el alcalde de Almacelles, Josep Ibarz, que señala que es una cuestión que sólo tiene una solución política. Ibarz denuncia la “competencia desleal” de otras comunidades con la relajación de exigencias medioambientales.

Para el alcalde de Bell-lloc, Carles Palau, Lleida tiene todos los elementos para posicionarse como un polo de atracción logístico e industrial. “Se necesita un plan que mejore las vías de comunicación, tenemos la N-240 saturada y una densidad de tráfico muy baja en la AP-2. La conexión con el puerto de Tarragona es primordial para nuestra economía”. También pide un mayor control sobre las bonificaciones fiscales y otros instrumentos de política industrial que usan admininistraciones de otras comunidades. La alcaldesa de Almenar, Maria Teresa Malla, señala que en su municipio se está proyectando más suelo industrial para evitar la marcha de empresas a otras localidades y que “la Generalitat debería concienciarse en convertir a Lleida en otro motor económico del país”.

Para favorecer la demanda de suelo, Diputación y Cámara de Comercio ha lanzado una ‘app’ -lleidasol.com- que permite conocer la disponibilidad de suelo industrial en la provincia y que debe ayudar a planificar el posicionamiento de Lleida como centro logístico.