FAUNA REGULACIÓN
Cazadores del Alt Urgell reclaman un centro de recogida de animales
Piden financiación a las administraciones para poder preparar la carne y venderla || Agricultura ultima una normativa para regular estos “mataderos” comarcales
El portavoz de los cazadores de las comarcas del Alt Urgell y de la Cerdanya, Francesc Viaplana, ha reclamado financiación por parte de las administraciones catalanas para poder disponer de una centro de recogida de animales supervisado por un veterinario que funcione a modo de “matadero” u obrador, donde poder despiezar y preparar la carne de caza para que pueda ser vendida directamente a los restauradores o a comercios del territorio, una opción que ahora no está autorizada por la normativa.
Los cazadores plantean esta petición después de que la Generalitat haya anunciado que el nuevo decreto sobre comercialización de la carne de caza que prepara la conselleria de Agricultura en coordinación con el departamento de Salud contemplará la posibilidad que parte de los animales capturados por los cazadores puedan ser destinados al consumo localmente. La nueva normativa prevé “flexibilizar algunos criterios” para permitir que cada comarca (o grupo de comarcas en el caso de que la distancia entre ambas sea escasa y haya buena comunicación, como sucede por ejemplo entre las del Alt Urgell y la Cerdanya) pueda disponer de lo que se llamará una “Sala de Manipulación Flexibilizada”.
Actualmente, los cazadores del Pirineo venden las piezas abatidas a empresas de Soria y Huesca
La posibilidad de vender la carne en carnicerías y para su consumo en restaurantes fomenta la actividad
Esta posibilidad está ahora vetada para los cazadores catalanes, que deben vender las piezas abatidas a empresas que funcionan como centros de recogida y que posteriormente distribuyen los ejemplares por mataderos especializados en especies cinegéticas, que acaban exportando parte de la carne por otros países europeos. Actualmente, los más de cincuenta grupos de cazadores que hay en el Alt Urgell, el Pallars Jussà y el Sobirà tienen un acuerdo con dos empresas de Soria y Huesca, que recogen semanalmente los animales abatidos.
Viaplana reclama “financiación” para poder disponer en las comarcas del Pirineo de estos centros que permitan procesar la carne de los animales cazados en el propio territorio. “Lucharemos para que estos puntos logísticos comarcales sean una realidad” apunta e insta a la Diputación y a la Generalitat a “invertir” para hacerlo posible.
Entre las obligaciones que regulará el nuevo decreto está la de que cada coto deberá disponer de un cazador con la formación específica para decidir qué animales son los que son aptos para ser enviados a comercialización para su consumo. También estipulará la obligatoriedad de marcar con un precinto a los animales que se destinen a la venta “para asegurar el proceso de trazabilidad hasta el momento del consumo humano” y garantizar así que no hay problemas de seguridad alimentaria y establecerá los requisitos sanitarios de recogida, transporte y comercialización. Además de esta cuestión, la nueva normativa también tiene como objetivo fomentar una actividad económica ligada al territorio y a la gastronomía.