Colas de hasta 8 km por obras para conectar la autovía a Aran con la A-2

Las obras para conectar la autovía a Aran (A-14) con la A-2 en Lleida ocasionaron ayer por la tarde hasta ocho kilómetros de retenciones, según Trànsit. Los trabajos para reasfaltar la A-2 obligan a cortarla en dirección a Zaragoza hasta el viernes y a desviar el tráfico por un carril habilitado en la calzada en sentido a Barcelona. A partir del próximo lunes, será esta la que quedará cerrada para pavimentarla y los vehículos se desviarán a la calzada en sentido opuesto hasta el día 31. Esta actuación y la colocación de nuevas señales culminarán la construcción del tramo de la A-14 entre Lleida y Rosselló, que debe entrar en servicio en mayo, según Fomento.

La entrada en servicio de este nuevo tramo se sumará al de Rosselló-Almenar, abierto en 2012 y que, desde entonces, solo ha absorbido un 14% del tráfico que circula por la carretera N-230. Los últimos datos publicados por el ministerio de Fomento sitúan la intensidad media de vehículos de la A-14 en poco más de 700 al día, frente a los más de 5.000 en la N-230 a su paso por el Segrià. A partir de mayo, la hasta ahora conocida como “autovía a ninguna parte” conectará con Lleida y pasará de los 10 kilómetros actuales a 16, lo que permitirá descongestionar el tráfico de la carretera nacional y evitar a los conductores una veintena de rotondas entre Lleida y Almenar.

Fomento revisa proyectos de los tramos hasta el límite con Huesca y prevé licitar obras este mismo año

Por su parte, los proyectos para prolongar la A-14 desde Almenar hasta el límite con la provincia de Huesca están en proceso de revisión por parte del ministerio, que prevé licitar obras este año. En otro orden, la Diputación inició el asfaltado de la C-230a entre Torres de Segre y Sarroca de Lleida.