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ECONOMÍA PRESUPUESTOS

Los presupuestos municipales bajan hasta un 42% desde el inicio de la crisis

El IBI ayuda a paliar los recortes en transferencias y ayudas de Estado y Generalitat

Imagen aérea del centro de la ciudad de Lleida.

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Las capitales de comarca y los municipios con más población de Lleida han visto cómo sus ingresos han disminuido considerablemente durante los años de la crisis. Esto ha provocado que los consistorios hayan tenido que ajustar sus presupuestos para poder seguir ofreciendo los servicios básicos con menos ingresos de los que tenían en 2007.

La crisis ha tenido graves consecuencias desde 2007 para las arcas municipales de los principales ayuntamientos de la provincia. Según los datos que ofrece Municat, en la última década los presupuestos se han visto reducidos entre un 2,5% en El Pont de Suert hasta un 42% en el caso de Alpicat. En el caso de Lleida ciudad, la caída ha sido del 3,6%

La principal causa de esta bajada son los recortes en las transferencias ordinarias y subvenciones de la Generalitat y el Estado. Asimismo, los ingresos por tasas e impuestos municipales también se han visto reducidos, con una notable excepción: el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), que ha paliado los efectos de estos recortes en las arcas municipales. Las regularizaciones catastrales de los últimos años hicieron que muchas propiedades sin declarar pasaran a tributar. Un ejemplo de ello es Alcarràs, donde la regularización en 2015 hizo aflorar 200 inmuebles que no tributaban o no pagaban lo debido. Esto permitió al ayuntamiento rebajar el tipo de IBI rústico sin perder recaudación. De hecho, en la mayoría de consistorios de la provincia la recaudación del IBI tiene un peso muy destacado en los ingresos, según se desprende de sus liquidaciones.

El estallido de la burbuja immobiliaria perjudicó los ingresos que los ayuntamientos recibían por licencias de obras y la venta de terrenos municipales. Por su parte, las transferencias y subvenciones de la Generalitat y el Estado tocaron fondo en 2013 salvando excepciones como los planes de ayudas locales conocidas como “planes Zapatero” en 2009 y 2010. En 2013 la reforma local del PP restringiría los gastos en personal y supeditaría inversiones a tener las arcas saneadas.

A la espera de liquidaciones, los ayuntamientos aumentaron ingresos en 2016, un síntoma de una lenta recuperación.

La subida del IBI trampea la situación en Lleida

El inicio de la crisis económica encontró al ayuntamiento de Lleida con 162 millones de euros en ingresos. Ocho años después, tras grandes altibajos, se cerró 2015 con 156,5 millones en ingresos, un 3,5% menos. La caída inicial en las tasas más vinculadas al sector inmobiliario, como son el impuesto de construcciones (ICIO) y la plusvalía, y en la venta de terrenos, se vio compensada por el fuerte impacto de la revisión catastral de 2006, que duplicó los valores y provocó una fuerte alza del IBI a partir de 2007, aunque se aplicaron topes a las subidas para suavizarlas y repartirlas durante diez años. Entre 2007 y 2015 los ingresos de Lleida por IBI pasaron de 33,6 a 51,6 millones de euros y se convirtieron en un tercio de los ingresos municipales. Además, en los primeros años de la crisis el Gobierno incrementó su inversión en obras a través del Plan E (o Plan Zapatero, como fue más conocido), lo que hizo que las arcas municipales de la capital llegaran a un récord de ingresos en 2009, con 201,5 millones de euros.

El maná de estos fondos extra se acabó en 2011, pero el verdadero golpe para la tesorería de la Paeria llegó en 2013, cuando los recortes de Estado y Generalitat –forzados por los límites financieros de la UE y la presión de los mercados internacionales– hicieron pasar los ingresos municipales de los 175,39 millones liquidados en 2012 a 151,66 millones en 2013. Supuso un recorte del 13% y 23 millones menos. Desde entonces la situación ha mejorado y el presupuesto de 2017 vuelve a superar la previsión de 170 millones en ingresos, pese a la rebaja del 2% del IBI. Empiezan a recuperarse tributos como el ICIO y la plusvalía y la participación en ingresos del Estado como el IVA y el IRPF también va mejorando.

Un impuesto local que salva las arcas municipales Los ayuntamientos de Almacelles, Balaguer, Solsona y Torrefarrera han podido paliar los efectos de la crisis gracias a que los ingresos en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) han crecido hasta prácticamente duplicarse entre los años 2007 y 2015. En otros municipios, como en Les Borges Blanques, ha crecido también aunque en menor medida. Así, el incremento más notable de todos lo encontramos en Solsona, donde los ingresos aumentaron más de un millón de euros entre 2007 y 2015. En el mismo periodo de tiempo, en Almacelles los ingresos por IBI aumentaron casi un millón en las liquidaciones presupuestarias.

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