Accidente mortal en Claravalls, cortes de luz y derrumbes por la lluvia y la nieve

Un temporal con la primavera recién estrenada tiñó ayer de blanco buena parte de las comarcas leridanas, con nieve en cotas bajas y grosores de hasta 45 centímetros. Pero también dejó efectos devastadores como un accidente mortal en Claravalls, desprendimientos, más de 9.000 abonados sin luz y carreteras cortadas o con cadenas, entre otros.

Una mujer muerta en un accidente de tráfico en Claravalls; al menos 13 heridos en otros siniestros en las carreteras leridanas; derrumbes de muros en Maials y Aitona; cortes de luz que dejaron a 9.000 abonados sin suministro; carreteras cortadas o con cadenas; árboles caídos, desprendimientos, inundaciones y daños en las mallas antipiedra en los campos. Este es el balance provisional del temporal de lluvia y nieve que asoló ayer la provincia de Lleida y que tiñó de blanco cotas bajas recién estrenada la primavera, provocando decenas de llamadas de leridanos al teléfono de emergencias 112 y obligando a los bomberos a hacer casi una setentena de salidas en la demarcación. Sin duda, el efecto más trágico del episodio fue el siniestro que costó la vida a Mercè Viles Altisent, de 54 años y vecina de Pradell (núcleo agregado de Preixens). Ocurrió en la C-14 a su paso por Claravalls, en el término municipal de Tàrrega. Pasaban pocos minutos de las nueve y media cuando se produjo una colisión entre dos turismos y una furgoneta a la altura del kilómetro 80,5. La conductora de uno de ellos, que al parecer circulaba en dirección a Tàrrega, falleció. Las causas del accidente se están investigando, pero fuentes próximas al suceso explicaron que uno de los vehículos implicados podría haber perdido el control por la nieve que había en el centro de la calzada. Hasta el lugar se desplazaron cinco patrullas de los Mossos d’Esquadra, dos dotaciones de los bomberos y una ambulancia del SEM. Los conductores de los otros dos vehículos implicados resultaron ilesos. El incidente obligó a cortar la carretera C-14 entre Claravalls y Agramunt en ambos sentidos durante más de dos horas.

La meteorología seguramente también pudo estar detrás de los numerosos accidentes que se contabilizaron ayer en las comarcas leridanas. La mayoría de ellos acabaron solo con daños materiales, pero en al menos tres, ocurridos en Lleida, Peramola y Torà se registraron 13 heridos de diversa consideración. Además, otra persona falleció en la noche del viernes en la autovía A-2, a su paso por Vilagrassa (ver desglose).

Trece personas heridas en siniestros en Lleida, Peramola y Torà La lluvia y la nieve causaron estragos a los conductores en las carreteras de la provincia, no solo porque muchas de ellas requirieron del uso de cadenas e incluso algunas tuvieron que cortarse, sino porque se registraron varios accidentes, además del de Claravalls. En la A-22 en Lleida colisionaron tres vehículos a la altura del kilómetro 2 poco después de las diez y media de la mañana, provocando que siete personas sufrieran heridas de diversa consideración. Dos de ellas fueron dadas de alta en el lugar de los hechos, pero el resto tuvieron que ser trasladadas al Arnau de Vilanova. En Peramola, también sobre esa hora, se registró un choque entre una furgoneta y un turismo a la altura del kilómetro 145 de la C-14. Cuatro personas quedaron heridas y una de ellas fue evacuada al hospital de La Seu d’Urgell. Finalmente, un tercer accidente ocurrido poco después de las cinco de la tarde en Torà se saldó con dos personas heridas, entre ellas una niña de 15 años, evacuadas al hospital de Igualdad. Fue en la carretera LV-3005, que estuvo cortada durante tres horas.

Fuera de las carreteras, el temporal también dejó notar sus efectos con varios derrumbes. Uno de los más importantes ocurrió en Maials, donde la lluvia hizo ceder lo que podría ser parte de la antigua muralla. Ello provocó la caída, cuando faltaban pocos minutos para las ocho de la mañana, de la pared de una casa situada en el número 18 de la calle Vilaclosa. Esta tuvo que ser desalojada, además de otra vivienda contigua y un corral, aunque según explicó el alcalde, David Massot, en principio estaba previsto que todos pudieran regresar en el día de ayer.

Unas dos horas después, el derrumbe se produjo en Aitona. Un muro de contención de un patio cayó sobre un coche en la calle La Coma, causando daños al vehículo pero sin que se registraran heridos. Estas fueron dos de las 67 salidas que los bomberos de la Generalitat tuvieron que hacer, durante la madrugada y el día de ayer, a lo largo y ancho de la provincia de Lleida a causa de la lluvia y la nieve. La gran mayoría fueron por inundaciones en bajos, garajes y terrazas, así como por árboles caídos en calles y carreteras. Los efectivos también fueron avisados por numerosos cables de luz y telefonía descolgados a causa del peso de la nieve, para revisar algunas fachadas que sufrieron desprendimientos, para ayudar a retirar nieve o por pequeños incendios en contadores afectados por el agua acumulada. Además de los bomberos, el teléfono de emergencias 112 de Catalunya recibió decenas de llamadas por incidentes ocurridos en la demarcación de Lleida. Por comarcas, la Segarra con 49 y el Urgell con 42 fueron las que más acumularon en Ponent. Por municipios, 28 se efectuaron desde Cervera, 23 desde Tàrrega y otras tantas desde Lleida ciudad.