SUCESOS INVESTIGACIÓN
Desestiman el recurso del propietario del arma con la que se mató a los rurales
El juez que lleva el caso de los agentes rurales asesinados en Aspa el pasado mes de febrero ha desestimado el recurso presentado por el dueño del arma del crimen, Miguel Ángel Fernández, que había pedido que se revocara del auto que acordaba la suspensión cautelar de las licencias de arma y caza y le dejara cazar, pero sin arma de fuego. El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Lleida considera “imprescindible la suspensión acordada para evitar que el investigado continúe realizando la actividad de caza al margen de la normativa reguladora, como existen indicios de que ha realizado”. El juez le suspendió las licencias a principios de este mes a petición del delegado de la Generalitat y siguiendo los instrucciones del departamento de Agricultura. El hombre, amigo del autor confeso del doble crimen de Aspa Ismael Rodríguez, se encuentra en libertad con cargos acusado de un delito de colaboración necesaria y tenencia ilícita de armas. Declaró en los juzgados de Lleida a principios de mes afirmando que acudió junto a Rodríguez a la Guardia Civil para cambiar el nombre de esta escopeta y de dos armas más porque al joven le caducaba la licencia y él se quedó con las armas. Añadió que dos días antes del crimen ambos viajaron juntos al coto de caza de Aspa para reconocer la zona y, a la vuelta a Barcelona, Fernández se dejó el arma en el coche. Según el abogado de este, al darse cuenta del descuido llamó a Ismael Rodríguez media hora más tarde para reclamarle el arma, pero este no le devolvió la llamada y dos días después cometió el doble crimen. La Guardia Civil le impuso una sanción a Fernández por descuidar el arma. El juez dejó al investigado en libertad pero acusado de un delito de colaboración necesaria.