Récord de jabalíes y conejos abatidos en Lleida, pero los daños persisten

Las cacerías de conejos y jabalíes han alcanzado cifras récord en Lleida. Los cazadores abatieron 11.304 jabalíes durante la temporada 2015-2016, un número inédito hasta ahora y que prácticamente dobla los 6.034 del año anterior. En cuanto a los conejos, hubo 95.884 ejemplares muertos, una cantidad solo superada por los 97.900 de la temporada 2009-2010. Así consta en los informes anuales que la Generalitat publica desde 2003. Sin embargo, persiste la superpoblación de estas y otras especies de fauna salvaje, que se traduce en daños a la actividad agrícola. El sindicato Unió de Pagesos (UP) reclama a la Generalitat que acelere sus planes para poner coto a estas plagas.

Junto a los periodos hábiles para cazar jabalíes y conejos que establece la orden de vedas, la Generalitat otorgó 403 permisos para cacerías excepcionales fuera de temporada en zonas donde estas y otras especies provocan daños a la actividad agrícola. Muchos más que los 333 del año anterior. Asimismo, se declaró el estado de emergencia cinegética por sobrepoblación de conejos en Alpicat, Rosselló, Torrefarrera, Ivars d’Urgell y Vila-sana. Pese a todo ello, el responsable de Medio Natural de UP, Ramon Comes, señaló que la población de esta especie vuelve a repuntar tras un leve descenso el pasado otoño, especialmente en el Segrià. “Los matan en grandes cantidades, pero la plaga no se acaba”, corroboró el responsable del sindicato en el Segrià, Josep Cabré.

La Generalitat ha hecho públicas el balance de la temporada de caza 2015-2016 mientras elabora su plan para frenar plagas de jabalíes, conejos y otras especies cinegéticas. Además de los daños a la agricultura, la superpoblación de jabalíes se traduce en numerosos accidentes por colisiones con estos animales en las carreteras leridanas, donde se registra prácticamente una al día. Ante esta situación, el Govern ha constituido una comisión interdepartamental que integra a Agricultura, Territorio, Interior y Salud para impulsar medidas para frenar plagas como una ley de caza catalana, la regulación del tratamiento y la venta de carne de caza, entre otras. Comes apuntó que “deben entrar en vigor y aplicarse cuanto antes”.