Bovera recupera la plantada de mayo tras 30 años en el olvido

Los vecinos del municipio de Bovera celebraron el domingo la Plantada de Maig y, de esta forma, recuperaron una tradición perdida hace unos treinta años. Sobre las nueve de la mañana una comitiva salió de la plaza hasta la finca forestal del ayuntamiento en la que talaron un árbol que, tras retirar las ramas, trasladaron hasta el centro del pueblo para, mediante cuerdas, ‘plantarlo’ en el centro urbano donde permanecerá todo este mes, según explicó el alcalde de esta población de Les Garrigues, Òscar Acero. Los trabajos para levantar el tronco, de unos seis metros, requirieron del esfuerzo y de la habilitad de muchos participantes.

El ayuntamiento ha recuperado esta antigua tradición a petición de los vecinos. Antes de perder la costumbre, por lo general eran los jóvenes los que iban al bosque a buscar el árbol y los ‘plantaban’ en la localidad. Según el alcalde, eran los ‘quintos’, es decir, los muchachos que se año iban a hacer el servicio militar, los que se ocupaban de estas tareas. Con la supresión de la ‘mili’ hace ahora unos 27 años y el éxodo de los jóvenes a la ciudad con el consiguiente envejecimiento de la población, se perdió esta fiesta que ahora se ha vuelto a celebrar. Además de recuperar viejas tradiciones, “se quiere dar más vida al pueblo y unir a los habitantes en actividades comunes”.

El consistorio la volvió a organizar a petición de los vecinos y se mantendrá a partir de ahora

La Plantada de Maig quiere conmemorar el inicio de la vida y del ciclo natural, tal como hacen muchos países de Eurora. Puede tener similitudes con la ‘plantada deth Haro’ que se hace en la Val d’Aran en junio aunque, en este caso, no se quema si no que se mantiene durante todos los días del mes. La buena acogida del acto ha hecho que el ayuntamiento piense en una nueva edición. Finalizó con un almuerzo de todos los asistentes.