Una constructora desmantelará la vieja C-1313, ahora anegada, para material de construcción

La compañía Ribalta i Fills, SA, una empresa constructora de la localidad de Oliana, en el Alt Urgell, ha solicitado una autorización a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) y a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para la extracción de 23.244 metros cúbicos de áridos del fondo del pantano de Rialb, gran parte de ellos, un total de 18.150 metros cúbicos, de la antigua carretera C-1313 que quedó anegada en 1999 bajo las aguas del embalse.

La reserva de áridos está situada en la margen izquierda del río Segre, entre los términos municipales de Oliana y Bassella. El proyecto de la firma local contempla aprovechar los áridos de la plataforma de la antigua carretera C-1313, en concreto, de un tramo de 1.500 metros del antiguo trazado. Prevén extraer tanto las tierras como el asfalto. Esta carretera fue sustituida por la que ahora es la C-14 que transcurre paralela a la antigua vía, que quedó parcialmente anegada, si bien en verano o en épocas de estiaje resurge para recuperar su antiguo espacio. El punto en el que ha solicitado permiso la empresa constructora está situado a la altura de los puntos kilométricos 137 y 138 de la C-14.

La actividad de extracción bajo los pantanos de material para la construcción estaba parada

El fondo del pantano de Rialb servirá también a otro proyecto de extracción. La otra zona para la que han solicitado autorización está situada en el área de la huerta de Nuncarga, en este caso, en el municipio de Peramola, y también dentro del vaso del embalse. En este punto prevén extraer 5.094 metros cúbicos de gravas arrastradas por las aguas, situadas en la margen derecha del río Segre. La zona afectada por la extracción es de aproximadamente 10.188 metros cuadrados (algo más de una hectárea). Fuentes de la empresa que ha tramitado las solicitudes avanzaron que si consiguen la autorización de las dos administraciones competentes tendrán un plazo de un año para ejecutar los trabajos aunque antes deberán esperar a que el nivel de las aguas del pantano descienda lo suficiente como para poder trabajar para extraer los áridos ya que, con el deshielo, ambas zonas están ahora inundadas. El pantano, de hecho, está al 92% de su capacidad, con 371 hectómetros cúbicos de agua. Fuentes de la ACA y de la CHE señalaron que es habitual aprovechar el fondo de los embalses para la extracción de material de construcción, si bien admitieron que este tipo de actividad estaba muy parada en los últimos cinco años coincidiendo con la crisis de la construcción, ahora ya debilitada.

Carreteras y caminos coparon las obras de restitución La construcción del pantano de Rialb se adjudicó por 55 millones de euros, pero a la conclusión de los trabajos (que se prolongaron entre 1992 y 1999) el coste había ascendido a 108 millones de euros. Sin embargo, las obras de restitución por la construcción del pantano aún han encarecido más la obra en otros 60 millones. En este caso, se trata principalmente de carreteras y caminos que quedaron inutilizados por las aguas del embalse. Por ejemplo, los 20,6 millones de euros de la perimetral de la margen izquierda del pantano en Tiurana, o bien la de la margen derecha, en Bassella, con otros 8,4 millones de euros. El proyecto segregado de las variantes de las carreteras afectadas por el embalse costó otros 11,2 millones y la segunda fase del restablecimiento de los accesos, 9,3 millones de euros más. El año pasado se creó asimismo una plataforma de alcaldes para reivindicar las obras todavía pendientes, como los regadíos.