SUMINISTROS
El exceso de arsénico impide beber del grifo en cuatro pueblos de Aran
Gessa y Tredòs recobran el suministro, mientras Unha y Salardú lo harán mañana
Un vecino de Unha cargando agua en una de las fuentes del pueblo, que no están afectadas.
Los vecinos de Unha, Salardú, Gessa y Tredòs recibieron antes de Semana Santa un comunicado que les prohibía beber agua del grifo al detectarse unos niveles de concentración de arsénico que superan los recomendados por la OMS. En Gessa y Tredòs se ha podido restablecer el servicio y se espera poder hacerlo mañana en Unha y Salardú.
El ayuntamiento de Naut Aran envió antes de Semana Santa un bando a los vecinos de Unha, Salardú, Gessa y Tredòs que prohibía el consumo de agua del grifo al detectarse una concentración de arsénico superior al límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Gessa y Tredòs, el servicio se ha restablecido en las últimas horas, mientras que en Unha y Salardú se espera poder hacerlo en las próximas. El alcalde de Naut Aran, César Ruiz-Canela, explicó este miércoles que, antes de Semana Santa, la Diputación hizo el análisis mensual de la red de canalizaciones y se detectó una concentración de arsénico de 10,8 microgramos por litro, superior al límite de 10 recomendado por la OMS.
El ayuntamiento decidió enviar un bando a los vecinos como medida preventiva, donde les pedían que se abstuvieran de beber y cocinar con agua del grifo. Ruiz-Canela apuntó que los trabajos que se tienen que llevar a cabo para solucionar el problema consisten en el cambio de los filtros de los depósitos (que contienen un mineral que reduce la cantidad de arsénico), para poder tratar el agua que llega desde el manantial.
Para tratar el agua, tienen que cambiar los filtros de los depósitos para reducir la cantidad de arsénico
Mientras el consistorio solucionaba el problema en los depósitos, los vecinos optaron por recoger el agua potable de las fuentes, aprovechando que estas no están contaminadas por este mineral. Carles Ayora, investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas, explicó este miércoles que el peligro está en consumir altas concentraciones de arsénico durante “toda la vida”, porque el cuerpo no excreta la sustancia y se va acumulando en el organismo. Ayora apuntó que en Argentina el límite es de 50 microgramos y que no pueden permitirse bajar esta cantidad porque la mitad del país quedaría sin suministro.
Apuntes
- En el Pirineo hay rocas con un componente de este mineral. Distintas rocas del Pirineo tienen un componente mineral de arsénico natural, que con el paso del tiempo acaba oxidándose y puede terminar pasando al agua. Aunque en muchos casos la concentración de arsénico en el agua no es alarmante, es recomendable respetar los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud e intentar poner soluciones con los métodos que existen, como los filtros de bayoxide instalados en Naut Aran, para eliminar esta sustancia del agua. Además, la OMS apunta que hay zonas donde la presencia de arsénico en el agua es habitual, como por ejemplo en lugares con minas o aguas geotermales
- Diecisiete millones hasta 2021 para reducir los nitratos en las aguas. Frente al exceso de arsénico en el suministro de boca en Naut Aran, la fuente de contaminación más habitual del agua en Lleida son los nitratos, especialmente en el llano. La ACA recordó este miércoles que es el “principal problema ambiental” de las aguas, que afecta al 69% de los acuíferos y al 57% de ríos y lagos en Catalunya. Durante una jornada dedicada a tecnologías de descontaminación, anunció una inversión de 17 millones hasta 2021 para reducir las aportaciones de nitratos procedentes de fuentes agrarias. Asimismo, recordó que la línea de ayudas mejorar los abastecimientos subvenciona, entre otras medidas, tratamiento de aguas con exceso de nitratos.
Una sustancia muy nociva, aunque el peligro está en el consumo continuado La cantidad de arsénico encontrada en Naut Aran no es alarmante, aunque está justo por encima de los límites que fija la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la reglamentación española. La organización apunta que el arsénico es una de las diez sustancias químicas que se consideran más peligrosas y reconoce que la presencia de este componente en el agua potable es una de las mayores amenazas para la salud pública, siempre y cuando haya una exposición continuada. Según un estudio de la OMS sobre la presencia de arsénico en el agua publicado en 2011, el consumo continuado de agua contaminada con altas concentraciones de arsénico puede llegar a provocar cáncer (de piel, vejiga y pulmón, que suelen manifestarse tras una exposición de más de diez años), enfermedades cardiovasculares, diabetes y lesiones en la piel. Estas últimas son las más comunes y las que antes aparecen y suelen ser cambios en la pigmentación y la aparición de manchas en las manos y en los pies. Además, acostumbran a aparecer tras una exposición mínima de cinco años. La OMS también señala que los síntomas más tempranos de la intoxicación severa por arsénico son dolores abdominales y musculares, vómitos y diarrea.
Un vecino de Unha cargando agua en una de las fuentes del pueblo, que no están afectadas.
