MEDIO AMBIENTE PROTECCIÓN
Tres municipios de la Ribera Salada vetan la acampada
Castellar de la Ribera y Lladurs, en el Solsonès, y Bassella, en el Alt Urgell, vetarán la acampada libre en la Ribera Salada. Sus ayuntamientos tramitan una ordenanza para regular las estancias en áreas próximas al río dada la masiva afluencia de visitantes que ha generado un aumento de la suciedad y de actividades contra el medio ambiente. Castellar ya la ha aprobado y está en exposición pública. Según la alcaldesa, Claustre Sunyer, se ha hecho a petición de los vecinos por el ruido y la basura. Afectará a una superficie de 121 hectáreas a uno y otro lado del río. Además del vertido de basura, se vetará el baño en determinados tramos, emisiones sonoras de alta intensidad, se introducirán medidas de protección de fauna y flora y se limitará el aparcamiento y la circulación motorizada en varios puntos de acuerdo con la señalización correspondiente ya que “se da el caso de que muchos vienen a lavar el coche, incluso a hacer reparaciones mecánicas”, indicó. La acampada estará vetada a tiendas, caravanas, remolques, furgonetas o similares y solo se permitirá en casos especiales, como colonias, con autorización municipal. La ordenanza, redactada por el consell del Solsonès, prevé multas de entre 750 y 3.000€. Según el alcalde de Lladurs, Joan Vilà, se adoptará este mismo modelo que se pondrá en marcha en verano, al igual que en Castellar. La alcaldesa de Bassella, Cristina Barbens, indicó que la están estudiando los servicios jurídicos pero remarcó que se vetará la acampada por su efectos. Bassella está a la espera de los permisos para reabrir la playa de Ogern, cerrada en 2015 por dejar el río sin caudal.