PATRIMONIO
Granyena recupera para los vecinos una iglesia románica abandonada
Fechada en el siglo XII, albergó una carpintería, una herrería e incluso una vivienda
La iglesia románica de Sant Miquel, en Granyena de les Garrigues.
El ayuntamiento de Granyena de les Garrigues ha aprobado el proyecto de ejecución de la tercera fase de las obras en la iglesia románica de Sant Miquel, con el objetivo de convertirlo en un local social. Los trabajos consistirán en la rehabilitación de los interiores y la adecuación de los baños para conseguir que el edificio pueda acoger actos como presentaciones y charlas.
El consistorio espera poder contar con la ayuda del IEI para financiar el coste de las obras, que asciende a 20.416 euros. El alcalde, Francesc Esquerda, explicó este martes que el antiguo templo dejó de ser propiedad del obispado después de la amortización de Mendizábal en el siglo XIX y desde entonces ha albergado una herrería, una carpintería y una vivienda, y desde los años cincuenta se encontraba abandonado, hasta que a mediados de los noventa los propietarios decidieron ceder el equipamiento para que el consistorio se encargara del cuidado del patrimonio.
Por otra parte, el obispado de Urgell explicó este martes que estudiará medidas urgentes para eliminar el peligro que el ayuntamiento de Fígols i Alinyà asegura que hay en la iglesia de Sant Víctor de Fígols. En cuanto a la rehabilitación del tejado de este templo y el de Sant Romà de Perles, la delegada de Patrimonio del obispado, Clara Arbués, explicó que solicitarán ayudas para rehabilitar el templo de Perles y después el de Fígols.
La rehabilitación del templo de La Granja costará unos 88.000 euros El obispado de Lleida informó este martes de que las obras en la iglesia de Sant Jaume de La Granja d’Escarp, cerrada al público desde principios de abril, costarán aproximadamente 88.000 euros y los trabajos consistirán en la sustitución de las vigas en mal estado por unas de nuevas. Desde el obispado apuntaron que la financiación de los trabajos aún no está clara, aunque el alcalde, Manel Solé, explicó que ellos se ofrecerán como mediadores entre el obispado y las administraciones para conseguir ayudas para financiar las obras.
