Hostelería insta a sus asociados a cumplir las normas sobre hinchables

El accidente del hinchable de Caldes de Malavella, en el que falleció una niña y otros seis niños resultaron heridos, ha causado preocupación entre empresarios de hostelería y feriantes que utilizan este tipo de atracción. Desde la Federación de Hostelería de Lleida explicaron que en los últimos días han recibido numerosas consultas de establecimientos que cuentan con hinchables para asegurarse de que cumplen con la normativa. “Nosotros también hemos actuado y les hemos enviado un correo electrónico recordándoles y advirtiéndoles de que hay una normativa que deben cumplir”, apuntó Ramon Solsona, gerente de la federación. Y es que cada vez son más los restaurantes que disponen de este tipo de atracciones, que se han puesto de moda para atraer a clientes, especialmente en celebraciones como bodas, bautizos, comuniones y aniversarios. “Hasta ahora lo habitual era que el responsable alquilase el hinchable a una empresa (en este caso, es esta la responsable de cumplir la normativa y de disponer de los permisos y de un monitor), aunque ahora muchos empiezan a adquirirlos en propiedad”, aseguró Solsona. En la propia página web de la entidad también informan a sus asociados de las normas de obligado cumplimiento.

Por su parte, la Paeria ha inspeccionado, como ya hace habitualmente, todas las atracciones de las Firetes, incluidos los hinchables. Sus propietarios deben aportar los documentos correspondientes. “Se pasa un doble control, el propio que tiene cada instalación y la revisión de los técnicos municipales”, explicó el presidente de la asociación de feriantes, Hugo García, que reconoció que “este tipo de sucesos crean una mala publicidad. Aquí siempre están controladas por un monitor y bien ancladas”.

Los hinchables deben cumplir una norma europea (UNE-EN 14960:2007) que ha asumido la Asociación Española de Normalización y Certificación, que indica cómo se deben levantar estos castillos, los requisitos de instalación y las medidas de seguridad, entre otros aspectos. También se debe solicitar la licencia municipal al ayuntamiento, instalarlos según las instrucciones y cumplir las condiciones técnicas establecidas por la Generalitat (artículo 39 del Decreto 112/2010) que, por ejemplo, obliga a tenerlos asegurados con responsabilidad civil y tener un monitor que vele por la seguridad, entre otros.