Pueblos de montaña quieren limitar la recogida de setas como hace Aran

La Asociación de Municipios de Montaña (Esmontañas) plantea extender a todo el Estado los límites que la Val d’Aran aplica desde hace años a la recogida de setas. Autorizarla solo a los residentes y poner permisos para visitantes en manos de los negocios turísticos locales es una de las propuestas que esta asociación, que reúne a ayuntamientos y diputaciones en territorios de montaña de diferentes puntos del Estado, aprobó durante su congreso en Potes (Cantabria). El presidente de la Diputación de Lleida, Joan Reñé, y su homólogo de Huesca, Miquel Gràcia, participaron en la asamblea de la entidad, presidida por el aranés Francés Boya.

La regulación de la recogida de setas forma parte de la Guía para la Gobernanza de las Montañas que recibió la aprobación inicial de la asociación. El texto señala que esto “ayudaría a la creación de empresas y empleo”, frente un “acceso libre y sin control” que, aunque atrae visitantes, “promueve situaciones de expolio”. A su vez, esta propuesta se enmarca en una estrategia para obtener beneficios de los recursos naturales y poner freno a la despoblación.

Junto a una explotación de los recursos naturales planificada y regulada, el congreso abordó otras cuestiones como la necesidad de que el Estado otorgue más peso a la extensión territorial de los municipios y menos a su población a la hora de transferir fondos a cada localidad. Se trata de una reivindicación que la entidad comparte con la Associació de Micropobles. Asimismo, pide ventajas fiscales y “discriminación positiva” para las zonas de montaña, entre otras cuestiones (ver claves).