CARRETERAS
La humedad obliga a parar las obras de Baiasca y a rehacer el proyecto
Es necesario rebajar la verticalidad de los terraplenes y mejorar la compactación de la tierra || Hace un año que los vecinos pasan por un vial alternativo de tierra
Las obras de la carretera de acceso a Baiasca, en Llavorsí, se mantienen paradas porque la afloración “extraordinaria” de agua y la humedad durante estas últimas semanas han puesto en evidencia que la tierra de los terraplenes que ya están ejecutados y por donde debe transcurrir la nueva vía no se ha compactado correctamente. Unos hechos que obligan a rehacer dos de los tres tramos de taludes y reducir su verticalidad, según explicó el responsable de Infraestructuras de la Diputación, Ramon Lleonart.
Explicó que los taludes deberán ser “más suaves” y será necesario ajustar el proyecto y las laderas a la nueva realidad, dijo. Según Lleonart, geológicamente hay tres estratos de tierra y dos de ellos son poco consistentes y sólidos, por lo que no existe la absoluta seguridad de que la tierra haya quedado consolidada y compactada correctamente. Además, señaló que han aflorado muchas filtraciones de agua que han imposibilitado trabajar en la zona. No obstante, aseguró que los técnicos ya están trabajando en rediseñar el acceso y ajustarlo.
La carretera que va desde la C-13 al núcleo de Baiasca registró un primer gran desprendimiento de rocas en febrero de 2015 y otro el 10 de mayo (justo la semana pasada se cumplió un año) que inutilizó la vía. Durante semanas los vecinos cruzaban este punto a pie, dejando vehículos a lado y lado del desprendimiento. Se habilitó un paso para emergencias que lo siguen utilizando hasta que se disponga del nuevo acceso. El proyecto de esta nueva vía contempla la adaptación de un tramo de la pista forestal, conocida como Camí del Bosc, y una parte nueva de vía, que en total suman los 800 metros.
La segunda fase del proyecto prevé la construcción de cunetas, drenajes y la pavimentación del firme. En total, la actuación prevé una inversión de 422.000 euros, financiado por la Diputación, el Govern (Agricultura y Gobernación), el consell del Sobirà y Llavorsí. Por su parte, el alcalde pedáneo de Baiasca, Jordi Fillet, aseguró la semana pasada que los vecinos están ya “un poco desesperados” porque las obras no se reemprenden ni conocemos un calendario para tener un acceso digno, seguro y garantizado.
